El Arzobispo de Denver, Mons. Charles Chaput, señaló que la reciente ley contra los inmigrantes aprobada en el estado de Arizona, Estados Unidos, revela la urgente necesidad de una reforma migratoria en el país.
En un artículo publicado en El Pueblo Católico en Denver, el Prelado planteó tres argumentos que les parecen esenciales sobre este tema: "primero, la inmigración ilegal no es correcta y es peligrosa para todos los involucrados. No hay nada de ‘bueno’ en el hecho que gente arriesgue su vida con el propósito de ingresar a los Estados Unidos. No hay nada de "bueno" en el hecho que nuestra nación no sepa quién cruza nuestras fronteras y porqué están acá, especialmente en una era de terrorismo, drogas y crimen organizado violento".
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"No hay nada de ‘bueno’ en que la gente viva en las sombras, o familias que se ven separadas, o personas decentes que son deportadas y que tienen que comenzar su vida de nuevo, muchas veces en un país que ya no conocen o que nunca conocieron", añadió.
En segundo lugar, continuó Mons. Chaput, "la nueva ley de Arizona a pesar de sus defectos, involuntariamente logra algo bueno. Gracias a Arizona, la urgencia de una reforma migratoria y los aspectos humanos que están involucrados –trabajadores honestos deportados, familias divididas, la ansiedad de niños que crecieron aquí pero que no tienen ciudadanía– ha pasado nuevamente al primer lugar de nuestro debate nacional. Es obvio que nuestro actual sistema migratorio no funciona. El Congreso necesita actuar".
El tercer aspecto, dijo luego el Prelado, está en que "ninguna reforma migratoria creíble tendrá lugar si el esfuerzo se convierte en un ejercicio de maniobras partidarias. Los dos principales partidos políticos han llevado a nuestro país al actual desastre migratorio. Ambos partidos comparten la responsabilidad de corregirlo. Ninguno de ellos lo resolverá por si mismo".
Tras explicar que la reciente aprobación de una "ley de salud profundamente errada ha despertado serias preocupaciones y un disgusto público masivo" para con el Congreso, el Arzobispo advirtió que "si el debate migratorio se divide por líneas de ventaja partidaria o de consignas, o si se ve complicado con temas completamente diferentes e innecesarios como las uniones entre personas del mismo sexo, entonces gente real sufrirá y ningún fruto duradero resultará de esto".
Finalmente, prosiguió, "necesitamos recordar que los Estados Unidos, es una nación construida por inmigrantes. Para casi todos nosotros, nuestros ancestros fueron inmigrantes; y los inmigrantes, incluyendo los inmigrantes latinos de hoy, son una bendición para la sociedad norteamericana en cualquier sector: nuestra economía, cultura, y nuestra vida religiosa y moral".
"La comunidad católica norteamericana tiene una larga tradición de acoger inmigrantes y ayudarlos a integrarse para así enriquecer la vida de nuestra nación. Aquí en Colorado la Iglesia continuará esa tarea con toda su energía", concluyó.