El obispo de la Diócesis de Jaén, Mons. Ramón del Hoyo, mostró su cercanía a quienes sufren la "triste y cruda realidad" del desempleo y apuntó a los "egoísmos" como origen de situaciones "críticas y nada excepcionales" incluso en países desarrollados.
En una carta pastoral con motivo del día de San José Obrero, consultada por Europa Press, el obispo recordó que España camina, según los medios de comunicación, hacia los cinco millones de parados y lamentó estas "tragedias anónimas" y el "dolor" que suponen. Además, se refirió a otros muchos países en los que el trabajador no tiene derechos y protecciones sociales y se llega a la explotación de los niños.
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Por ello, destacó que la Iglesia se une de forma muy especial a los trabajadores y quiere estar "muy cerca y pedir" sobre todo por quienes les afectan estos problemas al tiempo que reconoció el esfuerzo de empresarios y organizaciones, como la HOAC, que intentan soluciones y estar muy cerca todos los días de los que sufren "esta triste y cruda realidad".
"¿Qué nos pasa, podemos preguntar, que a pesar del progreso de la humanidad tenemos que lamentar situaciones tan críticas y nada excepcionales, aun en países desarrollados? Y siempre llegamos a la misma conclusión: nuestros egoísmos", aseguró Mons. Del Hoyo.
En su opinión, en lugar de vivir la solidaridad y caridad "preferimos atesorar, juntar y más juntar, tener y más tener, cerrar fuerte nuestros puños, olvidándonos del que no tiene y lo necesita".
Según añadió, el "verdadero trabajador se siente colaborador de Dios en su obra creadora, en favor de toda la humanidad" y "busca y trabaja con los demás para que las instituciones y los estados contribuyan eficazmente, muy por encima de otros intereses, a la justa reorganización del mundo del trabajo".