Lianna Rebolledo, la mujer que luego de ser violada a los 13 años decidió tener a su hija y rechazar las propuestas abortistas del médico y las enfermeras que la trataban, reafirmó que "el aborto no es la solución a los problemas ocasionados por un embarazo no planeado, como el caso de la violación".
Así lo mencionó Rebolledo en Radio RED (88.1 FM, México), tras pocos días de haber manifestado en una entrevista televisiva, que luego de la violación que sufriera durante su adolescencia y tras descubrir que estaba embarazada pensó: "esto es mío, yo lo tengo que cuidar".
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Rebolledo declaró en la entrevista radial que durante su visita a Cancún-Chetumal (estado de Quintana Roo) para promover el Foro por la defensa de la vida, tratará de entrevistarse con la niña de 11 años que tiene 19 semanas de gestación producto de una violación, y que estuvo prácticamente secuestrada por grupos feministas que solamente querían que se le practique un aborto.
Estos sectores minoritarios hacían oídos sordos al entendimiento de la pequeña de "que en su vientre crece una vida".
Esta niña es uno de los casos a los que se refiere Carlos Polo, Director de la Oficina del Population Research Institute (PRI) para América Latina, cuando explica el modus operandi de los grupos feministas que buscan despenalizar el aborto a cualquier precio: toman una niña embarazada, la aislan y dan solo una versión de los hechos, para finalmente presentar el aborto como "única salida".
El testimonio de Lianna demuestra que este tipo de situaciones, como el embarazo que se produce a causa de una violación a corta edad, no se soluciona con un aborto. Lo que hay que hacer es proteger a las niñas y garantizarles un ambiente seguro en el que puedan crecer y madurar adecuadamente.