El Obispo de Canarias, Mons. Francisco Cases, ha asegurado que la dimisión de obispos y miembros eclesiásticos implicados en abusos sexuales a menores es un síntoma de la "tolerancia cero" y la "claridad" que está llevando la Iglesia Católica, mientras hizo especial hincapié en que lo primero que hay que hacer es proteger a los jóvenes que sufren abusos.
"Es un síntoma más de la política de claridad y de tolerancia cero que la Iglesia tiene. Da lo mismo que el Papa la provoque –la dimisión– o que sea el propio interesado. Es más auténtico que lo presente el propio interesado cuando se da cuenta de lo que ha hecho", manifestó Mons. Cases durante una rueda de prensa para presentar el Itinerario de la Cruz de la Jornada Mundial de la Juventud.
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En este sentido, explicó que hay que ser conscientes de las estadísticas sobre abusos a menores, no sólo por parte de miembros de la Iglesia, sino de toda la sociedad, cifras que el obispo consideró "alarmantes".
"Parece ser que el 20 por ciento de los hoy adultos fueron objeto de abusos sexuales cuando eran niños o adolescentes. El 20 por ciento, pero no de gente de la Iglesia, sino que de esa cifra, en una inmensa mayoría provenían de su entorno cercano".
Mons. Cases opinó que los abusos sociales son un problema social, por lo que lamentó que se esté enfocando el problema como un problema eclesial, aunque reconoció que es "verdad" que también existe en la Iglesia, reiterando que por este motivo se está llevando una política de "tolerancia cero y claridad".
"Es un tema social de primera magnitud y tenemos que estar en favor de los niños, adolescentes y jóvenes que son objeto de abusos sexuales, sea de quien sea. En la Iglesia, se está dando un claro testimonio de tolerancia cero con estos asuntos", concluyó.