El Arzobispo de Caracas y Primado de Venezuela, Cardenal Jorge Urosa Savino, llamó a los fieles a unirse a la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones al Sacerdocio y la vida consagrada a la que convocó el Papa Benedicto XVI para este Domingo del Buen Pastor, en estos momentos en que se busca mancillar polarizadamente la imagen de los presbíteros por el pecado de unos pocos.
El Purpurado en Venezuela se expresó así en un mensaje que será leído a los fieles en todas las Misas, celebraciones de la Palabra y en las escuelas católicas de Venezuela los días 24 y 25 de abril.
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El Cardenal Urosa señaló que en los últimos 10 años en Venezuela se han ordenado 33 nuevos sacerdotes, "pero no son suficientes. Por ello los exhorto a orar intensamente a Dios, hoy y siempre por el aumento de las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada".
"Esta oración debe estar acompañada por la preocupación y el trabajo para fomentar entre nuestros muchachos la alegría de ser testigos de Cristo, e invitarlos a seguir al Señor para ser ‘pescadores de hombres’", subrayó.
Asimismo, el Purpurado indicó algunas acciones para promover las vocaciones entre las que mencionó: "multiplicar los actos de piedad (Horas Santas, Rosarios, Vigilias); organizar grupos de fieles con el objetivo de orar por las vocaciones; reforzar el trabajo de pastoral juvenil y vocacional; activar un Equipo de Pastoral Vocacional" en todas las parroquias; y "dedicar más tiempo y atención espiritual a los jóvenes, también en los centros educativos".
"Es preciso que los párrocos y los educadores presenten abiertamente a los jóvenes más valiosos, activos, piadosos, generosos y serviciales, la vida sacerdotal y religiosa como un camino precioso de realización humana, de felicidad, de servicio provechoso a la Iglesia y a la Patria", añadió.
En estos momentos, concluyó el Purpurado, en que "se lanzan ataques injustos contra la Iglesia y el Papa debido a graves fallas cometidas por algunos ministros del altar" es urgente "que redoblemos nuestra fe en Dios, manifestemos nuestra solidaridad con el Santo Padre, y nos unamos ante el Señor en oración fervorosa y constante por la Iglesia y especialmente por esta grave necesidad: el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas".