Al finalizar la Audiencia General de este miércoles en la Plaza de San Pedro, el Papa Benedicto XVI bendijo la imagen de la llamada "Virgen bombardeada", un rostro de la Madre de Dios que no fue destruido en la explosión de la bomba atómica en Nagasaki, Japón, el 9 de agosto de 1945.
En el marco de una "peregrinación de paz" que la llevará a la sede de las Naciones Unidas en ocasión de las conversaciones por la no proliferación nuclear, en mayo, y en noviembre al templo expiatorio de la Sagrada de la Familia, el Arzobispo de Nagasaki, Mons. Joseph Mitsuaki Takami, portó a Roma la imagen de la que solo queda la cabeza.
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En febrero, el Arzobispo publicó un artículo en el que explica que esta imagen de madera creada en Italia y llevada a Japón en 1930, se unirá a otro ícono de la Virgen María que también "sobrevivió" a un bombardeo, pero esta vez en Guernica, España, el 26 de abril de 1937 durante la Guerra Civil Española.
Ambas imágenes harán parte de una exhibición que se realizará en el Museo de Paz de Guernica para conmemorar el 65 aniversario de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki en Japón.