Tras su expresión de solidaridad en la mañana de Pascua, el Decano del Colegio Cardenalicio y ex Secretario de Estado, Cardenal Angelo Sodano, señaló, ante la campaña mediática difamatoria contra el Papa Benedicto XVI, que así como no fue responsabilidad de Jesús la traición de Judas, tampoco es responsabilidad del Santo Padre los abusos cometidos por algunos clérigos, quienes deben responder por ellos.
En entrevista concedida a L’Osservatore Romano, el Cardenal Sodano explicó que "ante estos injustos ataque se nos dice que nos equivocamos en la estrategia, que deberíamos actuar de otra forma. La Iglesia tiene su estilo y no adopta métodos que hoy son usados contra el Papa. La única estrategia que tenemos nos viene del Evangelio".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Al comentar luego cómo ve a la comunidad cristiana, el Purpurado dijo que "se siente justamente herida cuando se intenta culparla en bloque de hechos graves y dolorosos de algunos sacerdotes, transformando culpas y responsabilidades individuales en culpa colectiva con una forma verdaderamente incomprensible. En mi intervención no he hecho otra cosa que darle voz al pueblo de Dios: al Colegio Cardenalicio, primero que nada, que es uno con el Romano Pontífice, pero también a los obispos y a todos los cuatrocientos mil sacerdotes".
"Si algún ministro ha sido infiel no se puede y no se debe generalizar. Cierto, los sufrimos, y Benedicto XVI ha pedido perdón muchas veces. Pero no es culpa de Cristo si Judas ha traicionado. No es culpa de un obispo si un sacerdote se ha manchado con culpas graves. Y ciertamente no es responsable el Pontífice", precisó.
Tras comentar que la fiesta de Pascua es una ocasión propicia para resaltar la unidad de la Iglesia, el Cardenal Sodano dijo que "siento un deber de reconocerle a Benedicto XVI su dedicación apostólica con la que presta su servicio cotidiana a la Iglesia. Mis palabras nacieron también de una exigencia personal, del afecto profundo que tengo por el Vicario de Cristo".
Seguidamente el Decano del Colegio Cardenalicio afirmó que su intervención "además de un testimonio de cercanía al Papa, fue una invitación a la serenidad. Es el llamado que el mismo Papa, primera y continuamente, dirige a la Iglesia y al mundo, siguiendo a sus grandes predecesores en la cátedra de Pedro".
"No nos asombremos de las persecuciones porque Jesús ya había dicho a sus apóstoles que ‘un siervo no es más grande que su patrón. Si me han perseguido a mí, os perseguirán también a vosotros, si han observado mi palabra, observarán también la vuestra’, como se lee en el Evangelio según Juan", concluye.