La Oficina de Prensa de la Santa Sede dio a conocer hoy un comunicado, al final de la reunión de la comisión instituida por el Papa Benedicto XVI para tratar asuntos de la Iglesia en China realizada del 22 al 24 de marzo, en la que se exhorta a los obispos de este país a evitar gestos "que contradicen la comunión con el Papa".
El texto señala que los participantes de esta reunión "han manifestado unánimemente el deseo de que todos los obispos en China se comprometan cada vez más a favorecer el crecimiento de la unidad de la fe y de la vida de todos los católicos, evitando por lo tanto gestos (como, por ejemplo, celebraciones sacramentales, ordenaciones episcopales, participación en reuniones) que contradicen la comunión con el Papa, que los nombró pastores, y crean dificultades, a veces angustiosas, en las respectivas comunidades eclesiales".
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El comunicado se refiere también a la urgente necesidad de la formación humana, intelectual, espiritual y pastoral de los seminaristas, sacerdotes y consagrados en China, tarea en la que los prelados están "comprometidos en primera persona".
Seguidamente se explica que se ha tomado como marco para las reflexiones la carta del Papa Benedicto XVI a los católicos de China, para impulsa la unidad en la Iglesia en este país asiático "y de superar las dificultades en sus relaciones con la sociedad civil".
Con esta intención, se ha establecido rezar especialmente "el 24 de mayo, dedicado a la memoria litúrgica de la Bienaventurada Virgen María Auxilio de los Cristianos, con motivo de la Jornada de Oración por la Iglesia en China. También se ha subrayado la necesidad de dar, con urgencia, pasos concretos para incrementar y poner de manifiesto los lazos espirituales entre los pastores y los fieles".
"En sintonía con el deseo, expresado por el Santo Padre en esa carta, la Comisión renueva el deseo de que en el curso de un diálogo respetuoso y abierto entre la Santa Sede y las autoridades gubernamentales, se superen las dificultades actuales y se llegue así a un profundo entendimiento que redundará en beneficio de la comunidad católica y de la convivencia social", prosigue.
Con ese espíritu, indica el comunicado, "los participantes se unen a todos los católicos en China en la oración constante para que los obispos y sacerdotes que, desde hace tanto tiempo, están privados de la libertad, puedan ejercer de nuevo, lo antes posible, su ministerio episcopal y sacerdotal en favor de los fieles, confiados a sus cuidados pastorales".
Finalmente el texto se refiera a la participación del Papa en la reunión: Benedicto XVI "subrayó la necesidad de asegurar a todos los que se preparan al sacerdocio y a la vida consagrada, una formación espiritual sólida, centrada en la amistad con Jesús: será una garantía de acierto en el campo personal y en la labor pastoral. El Santo Padre ha reafirmado el papel importante de los responsables de la formación, recordando que es una de las tareas prioritarias de los obispos. En fin, agradeció a los participantes su compromiso en favor de la Iglesia católica en China".