El Arzobispo de Lima, Cardenal Juan Luis Cipriani, advirtió que en el país la vida humana desde la concepción está amenazada "por actos y políticas que atentan contra la dignidad de la persona humana, como son los abortos y la anticoncepción artificial promovida masivamente como política de salud".
El Purpurado hizo esta advertencia en su mensaje por el Día del Niño por Nacer, y en alusión a la decisión del ministro de salud, Oscar Ugarte, de querer distribuir la píldora del día siguiente pese a la prohibición del Tribunal Constitucional.
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"Es un pecado muy grave manipular el inicio de la vida, evitar que se implante el embrión humano –principio de la vida– o interrumpir la vida de un niño en cualquier momento, antes de que nazca, es matar un ser humano, en el que está presente la imagen de Dios", señaló.
El Arzobispo señaló que toda cultura sana reconoce el principio fundamental del valor y la dignidad de la vida humana, que es custodiado por el precepto de "no matarás".
El Cardenal se dirigió a los padres de familia y los invitó a recibir a los hijos "no sólo como un gran don de Dios", sino también como "un modo nuevo de recibir al mismo Cristo en la familia. Esta visión de fe permite comprender de modo completo la acción del Dios ‘vivificante’ en la familia".
"En la experiencia de la transmisión de la vida que todo padre y madre experimentan, se ilumina el hecho fundamental de la existencia: se percibe una relación específica, una comunión con Dios y el valor sagrado de la vida humana", afirmó.
Finalmente, tras alentar "toda iniciativa en defensa de la vida", el mensaje invita a los fieles a rezar la siguiente "Oración por la Vida":
ORACIÓN POR LA VIDA
Oh María, aurora de nuestra patria,
a Ti confiamos la causa de la vida:
mira,Madre, el número inmenso
de niños a quienes se impide nacer.
Haz que quienes creen en tu Hijo,
nuestro Señor de los Milagros,
sepan anunciar con firmeza y amor
a las personas de nuestro tiempo,
el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acoger la vida
como don siempre nuevo,
la alegría de celebrarla con gratitud
durante toda su existencia,
y la valentía de testimoniarla
con solícita constancia, para construir
la civilización de la verdad y del amor.
Oh Madre, reina de las familias,
Intercede ante tu Hijo por la vida de todo concebido y
haz que todas las personas vean en ese niño por nacer,
al mismo Jesús, Salvador de la vida.
Amén.