El Servicio a la Vida (SEVI), del Movimiento Fundar, informó que delegados de países africanos y latinoamericanos "mencionaron la existencia de ciertas presiones internacionales para promover un texto acorde con la perspectiva de género y con las exigencias de los organismos mundiales", durante las sesiones de la reunión Beijing+15 realizada recientemente en la ONU.
"Las negociaciones, que deberían haber concluido el jueves 11 de marzo por la tarde, concluyeron el viernes 12 por la mañana de forma abrupta, presentándose en el plenario el texto a ser aprobado, con el total desconocimiento de gran parte de los países miembros de la Comisión (sobre todo países los países islámicos y latinoamericanos)", indicó en SEVI en su gacetilla 318/10.
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El texto se refirió al documento "Eliminación de la mortalidad y morbilidad materna predecible, a través del empoderamiento de la mujer", aprobado por la Comisión sobre el Status de la Mujer.
El Servicio a la Vida indicó que la resolución está en su mayor parte dirigida a "promover la salud sexual y los derechos reproductivos de las mujeres, así como la perspectiva de género en todas las dimensiones de la vida pública", usando como argumento que el trece por ciento de las muertes maternas se deben a los "abortos inseguros".
"Paradójicamente, la resolución deja de lado las cuatro principales causas de mortalidad materna las que, en su conjunto, representan casi el 90% y son, según los más recientes informes de la OMS, previsibles: hemorragias severas luego del parto, procesos infecciosos, alteraciones de hipertensión durante el embarazo –eclampsia- y obstrucciones en el parto", advirtió.
En ese sentido, relató que la referencia al aborto y la mención de los "‘derechos sexuales y reproductivos’ suscitó las mayores tensiones, tanto durante la negociaciones, como en la sesión plenaria final, momento en el que los representantes de países como Jordania, Polonia, Chile, Polonia, Santa Lucía e Irán expresaron duras consideraciones".
Asimismo, la delegación de la Santa Sede, con la intervención del P. Phillip Bené, expresó que la mortalidad materna se debe reducir "mediante el acceso a los cuidados obstétricos adecuados", y que el aborto no debe ser parte de la "salud reproductiva" porque viola los derechos de la mujer y de los niños.
La Santa Sede pidió "tener en cuenta las características culturales de todos los pueblos y respetar su legislación nacional y religiosa".
Servicio a la Vida informó que el documento fue patrocinado por Estados Unidos y copatrocinado por Colombia, Armenia, Australia, Camerún, Canadá, Gabón, Guatemala, India, Mongolia, Namibia, Nueva Zelandia, Noruega, Senegal, Islas Salomón, Panamá, Filipinas, Sudáfrica y Zambia, Papúa-Nueva Guinea, Lesoto, Egipto, Angola, Guinea, Congo, Guinea ecuatoriana, Reino Unido, Cabo Verde, Eritrea, Níger, Mali y Haití.