El Arzobispo de Utrecht (Holanda), Mons. Willem Jacobus Eijk, explicó que luego de la ordenación sacerdotal y debido a su contacto con el mundo, el presbítero corre el riesgo de hacer "prevalecer el rol social sobre el espiritual". Para evitarlo, todo sacerdote debe acrecentar cada vez más su "relación con Cristo Sacerdote, Maestro y Pastor".
Así lo indicó el Prelado en su intervención en el Congreso Teológico "Fidelidad de Cristo, fidelidad del sacerdote" organizado por la Congregación para el Clero y que se realiza en la Pontificia Universidad Lateranense el 11 y 12 de marzo.
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Mons. Eijk indicó que "no quisiera subestimar la importancia del rol social de los sacerdotes, lo cuales estando ‘en cierto modo segregados en el seno del pueblo de Dios’ no permanecen ‘separados de este mismo pueblo o de cualquier hombre’ con quienes viven y para quienes trabajan en una determinada época y cultura".
Sin embargo, señala "buscamos formar futuros sacerdotes en primer lugar y con base en la identidad espiritual. Los sacerdotes son cotidianamente expuestos a la presión, a las tensiones y a las desilusiones relacionadas a la proclamación del Evangelio en nuestra sociedad poco abierta a la fe cristiana".
Por ello, prosigue, "después de la ordenación siempre está el riesgo de hacer prevalecer el rol social sobre el espiritual. Para prevenir un conflicto personal los sacerdotes deben acrecentar todo lo posible su relación con Cristo Sacerdote, Maestro y Pastor".