El Obispo de Jos, Mons. Ignatius Kaigama, relató la dramática situación de los cristianos en Nigeria tras la masacre, el pasado fin de semana, de 500 personas de esta comunidad por parte de musulmanes que llegaron incluso a quemar vivas a algunas de sus víctimas.
La primera explicación del Prelado a Radio Vaticano tiene que ver con el hecho que los enfrentamientos no tienen una raíz religiosa, sino social. "Tenemos una crisis terrible aquí, en la periferia de Jos. Gente inocente ha sido amenazada: niños mujeres… ¡Es una situación terrible! Estamos haciendo todo lo posible para darle confianza a la gente, para consolarlos, para ayudar de cualquier modo", dijo Mons. Kaigame.
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El Obispo señaló también que "estoy participando en una reunión convocada por el presidente de Nigeria: debemos buscar las raíces de esta crisis, estamos buscando hacer todo lo posible para dar reinstaurar la justicia en Jos, una ciudad cuyo nombre significa ‘ciudad de la paz’. Hace años, esta era la más bella ciudad de Nigeria y la gente era feliz. Con esta crisis, las cosas han cambiado. Pero lentamente, pidiéndole a Dios, la paz volverá".