Decenas de madres españolas forraron de pañales de bebé el ingreso del Ministerio de la Igualdad como parte de un acto de protesta para reclamar atención a los derechos de las mujeres que son madres y se desempeñan en el hogar.
Durante el acto, las mujeres españolas anunciaron la creación de un Sindicato de Madres elogiaron la lucha por los derechos de la mujer a lo largo de la historia. "El camino ha sido duro, largo y todavía no se ha terminado, sin embargo un concepto prostituido del feminismo ha hecho que se tergiverse el verdadero significado de ser mujer.
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"La razón que nos impulsa a la creación de lo que hemos denominado ‘Sindicato de Madres’ es que nuestra lucha feminista poco a poco, va tomando un rumbo que no es el adecuado. Nosotras no queremos que se nos considere hombres, sino que siendo plenamente mujeres, seamos tratadas igual, con las mismas oportunidades".
Las madres españolas señalaron además en su manifiesto que "la figura de la madre está desprotegida. En ocasiones porque somos las propias mujeres las que cegadas con un desarrollo profesional igual al masculino pensamos que el hecho de ser madres frena nuestro crecimiento".
Entre los proyectos del Sindicato de Madres destacan "la intención de un cambio en la estructura empresarial y social, de tal forma que la maternidad sea considerada como un bien social con las consiguientes ayudas por parte del estado y de las empresas".
También piden una reducción de los impuestos a los pañales, la exención fiscal de las ayudas a la maternidad, ampliación de los permisos de maternidad, guarderías en la oficina, flexibilidad de horarios y acumulación de horas.
"Es el momento de que nosotras, las mujeres, las únicas capaces de dar vida a otro ser, nos unamos y al igual que nuestras antecesoras en la lucha feminista, pongamos la carne en el asador y digamos al estado, a las empresas y a la sociedad, que estamos muy orgullosas de ser mujeres, de ser madres y de aportar un relevo generacional a la historia".
"Os damos la bienvenida al verdadero feminismo. Al feminismo de las que exigen respeto, no masculinidad, al de las mujeres y madres, al de las que trabajan y están embarazadas, al de las mujeres que no quieren renunciar a nada porque saben que pueden conseguirlo todo, al de las que hablan de humanidad y feminidad, no de derechos, al feminismo de las madres que, como decía Tolstoi: somos las que tenemos en nuestras manos la salvación del mundo, las que impulsamos la voluntad de vida y la voluntad de amor hasta lo heroico", concluyó el manifiesto.