Mons. José Antonio Eguren Anselmi S.C.V., Arzobispo de Piura y Tumbes (norte del Perú), intervino decisivamente este fin de semana para desactivar una confrontación entre policías y comerciantes informales que ha dejado 5 muertos y 79 heridos; 25 de ellos policías.
La inesperada y violenta confrontación, que ha paralizado buena parte de la región en el extremo norte del país, se produjo cuando lo que debía ser un amplio y ordenado desalojo de comerciantes informales se convirtió en una violenta trifulca, aparentemente azuzada por agentes políticos e ideológicos.
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Mientras esta semana comenzó con una tensa calma, Mons. Eguren seguía reuniéndose con las partes en conflicto llamando a la calma y a mantener la confianza en las autoridades.
El Arzobispo de Piura trabajó durante el fin de semana junto a las autoridades en la Comisión Regional de Alto Nivel conformada para restablecer la paz en Piura.
"Nada justifica la violencia, la violencia sólo engendra violencia y que no conduce absolutamente a nada"; dijo Mons. Eguren.
"Quiero pensar que todos estos hechos de violencia se deben a personas ajenas a la forma de ser de los piuranos que somos un pueblo acogedor, fraterno, solidario, cariñoso y pacífico; que nunca más sucedan hechos de esta naturaleza en Piura", exhortó además el Arzobispo.
Luego de ofrecer oraciones y la Santa Misa por los muertos y heridos de los sucesos; Mons. Eguren Anselmi visitó el domingo por la tarde a heridos civiles y de la Policía Nacional del Perú en el Hospital Regional "Cayetano Heredia" y la Clínica Miraflores. Con algunos de ellos pudo conversar breves momentos, a todos les impartió su bendición y en el caso de uno herido que se encuentra en estado grave, el Prelado administró el sacramento de la Unción de los Enfermos.
"Estamos trabajando todos con el mejor ánimo y espíritu para la solución de estos problemas, para devolver a Piura la paz y armonía que la caracterizan", concluyó el Arzobispo.