En reunión el 11 de febrero, el Nuncio Apostólico en Haití, Mons. Bernardito Auza, propuso ante representantes de Caritas Internacionalis, una serie de operaciones y retos a largo plazo para la reconstrucción del país, tras el terremoto del pasado 12 de enero en el que fallecieron más de 200 mil personas y unas 300 mil resultaron heridas.
A un mes de esta tragedia, Mons. Auza presidió una reunión en la Nunciatura con algunos representantes de Caritas entre los que estaba la Secretaria General, Lesley-Anne Knight, el Presidente de Caritas en América Latina y el Caribe, el Obispo Fernando Bargallo, representantes de organizaciones de Caritas a nivel mundial, así como también los directores diocesanos de Caritas Haití.
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"Caritas no solo está comprometido a reconstruir la infraestructura destruida, también nos preocupa asegurar la dignidad y sostener el desarrollo de todos los haitianos", dijo Lesley-Anne Knight.
Hasta ahora, Caritas Haití junto con Catholic Relief Services (CRS) han proporcionado ayuda de emergencia y alojamiento a más de 35 mil personas, y otros 10 mil equipos serán distribuidos esta semana. Por otra parte, han llegado 5 mil tiendas como colaboración de Caritas Austria.
Además, Caritas le ha proporcionado alimentos a más de 200 mil personas, 10 mil personas han recibido equipo médico y se le ha entregado recursos básicos a más de 60 mil personas, explicaron.
"Necesitamos ayudar a los haitianos para que sean autosuficientes. El país necesita ayuda mejor estructurada; sin embargo, yo veo el futuro con confianza", dijo el Nuncio Apostólico.
Luego del terremoto del 12 de enero, la cifra de muertes llegó hasta los 230 mil. Medio millón de personas se quedaron sin hogar, muchos de los cuales viven ahora en campamentos en Puerto Príncipe o en ciudades aledañas.
Conmemorando un mes del desastre, el gobierno de Haití declaró que desde el 12 al 15 de febrero, serán días para orar por todos los que perecieron en el sismo.
Miles de haitianos se han reunido en las iglesias para orar por sus familiares. Los párrocos usaron megáfonos para llegar a aquellos que estaban en las calles. En el Palacio Nacional se reunieron distintos líderes religiosos para una celebración ecuménica. En medio de la apocalíptica situación de la ciudad, con concreto y restos de edificios por todos lados, se escucharon himnos y cánticos religiosos.
Entre los líderes religiosos, se encontraban también los vudú, quienes fueron recibidos como iguales por los cristianos. Desde el terremoto, muchas personas han abandonado los rituales vudú y se han convertido al cristianismo.
"El terremoto me asustó mucho"; dijo una joven de 24 años que se convirtió al cristianismo. "El vudú ha estado en mi familia por años, pero el gobierno no nos está dando ayuda. Los únicos que dan ayuda son las iglesias cristianas", agregó.