Al finalizar su 19° Asamblea Plenaria, el Pontificio Consejo para la Familia, presidido por el Cardenal Ennio Antonelli, lanzó un llamado a defender los derechos de los niños y "condenar sin ambigüedades o vacilaciones todas las violaciones de los derechos de los menores que se cometen en el mundo".
En conferencia de prensa realizada ayer por la tarde al finalizar el evento dedicado a los derechos de la infancia, el Purpurado denunció los diversos males que amenazan a los niños como la pedofilia, "los estragos de las guerras, el empleo en los conflictos de los niños-soldado, el tráfico de órganos y los experimentos farmacéuticos, la violencia doméstica, los secuestros, la insuficiente o pobre alimentación, las carencias sanitarias, la falta de educación, las drogas, la prostitución, las mutilaciones sexuales y la explotación comercial".
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Tras el evento que coincidió con la celebración de los 20 años de la Convención de la ONU sobre los derechos de la infancia, el Cardenal Antonelli explicó que la Iglesia llama a "los creyentes y a todas las personas de buena voluntad a estar vigilantes, responsables, trabajando por prevenir las dificultades" de los menores en todo el mundo, a partir de la conciencia de la "inseparabilidad de los derechos del niño de los de la familia".
En el preámbulo de esta convención, dijo el Cardenal, se habla "de los derechos de los menores a una protección y una cura especial antes y luego del nacimiento: es un reclamo a los valores fundamentales de la persona y de la vida, que están en la base de la condena del aborto".
La Iglesia, dice el Presidente del Pontificio Consejo para la Familia, se dirige "a las conciencias y se mueve con celo pastoral realizando diversas propuestas diferenciadas de formación" para poder contar con "núcleos de familias cristianas, que tengan una fe adulta, una relación viva, personal con Cristo, y una participación concreta en la vida de la comunidad, según los varios niveles de pertenencia".