Al recibir esta mañana a los miembros de la Conferencia Episcopal de Escocia al final de su visita "ad limina", el Papa Benedicto XVI subrayó que los obispos de la Iglesia deben "llamar constantemente a los fieles a la completa fidelidad al Magisterio de la Iglesia y al mismo tiempo apoyar y defender el derecho de la Iglesia a vivir libremente en la sociedad".
En su discurso en inglés, el Santo Padre se refirió a la feliz coincidencia de que el Año Sacerdotal coincida con el 400 aniversario de la ordenación sacerdotal del mártir escocés San John Ogilvie, cuya "sobresaliente dedicación" al ministerio pastoral puso como ejemplo a los prelados escoceses.
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Hablando luego de la iniciativa "Priests for Scotland" (Sacerdotes para Escocia), cuyo objetivo es la constante formación del clero, Benedicto XVI subrayó que las iniciativas de promoción de las vocaciones sacerdotales "deben ir siempre acompañadas por la catequesis sobre el auténtico significado del sacerdocio".
"Recalcad el papel indispensable del sacerdote en la vida de la Iglesia, sobre todo al suministrar la Eucaristía, de la que la Iglesia misma recibe la vida", exhortó.
El Pontífice explicó también que además de eso resulta necesaria "una adecuada comprensión de la vocación específica de los laicos", establecida en el Concilio Vaticano II: "en cualquier lugar donde los fieles laicos vivan su vocación bautismal, familia, casa, trabajo, participan activamente en la misión de la Iglesia de santificar el mundo. Centrándose en el apostolado laico, la tarea de evangelización de la sociedad recibirá un nuevo impulso", añadió.
Esta tarea, dijo el Papa, requiere "una disposición para afrontar con firmeza los retos de la creciente ola de secularismo en vuestro país" y denunció que "el apoyo a la eutanasia socava en lo más profundo la concepción cristiana de la dignidad de la vida humana. Los últimos supuestos de la ética médica y algunas prácticas en el ámbito de la embriología son causa de gran preocupación. Si la enseñanza de la Iglesia se viese comprometida, en lo más mínimo, en un sector come ese, sería muy difícil defender la plenitud de la doctrina católica en su integridad".
"Los pastores de la Iglesia deben, por tanto, llamar constantemente a los fieles a la completa fidelidad al magisterio de la Iglesia y al mismo tiempo apoyar y defender el derecho de la Iglesia a vivir libremente en la sociedad de acuerdo con sus creencias", agregó.
La Iglesia, prosiguió Benedicto XVI, "brinda al mundo una concepción positiva y elevada de la vida humana, de la belleza del matrimonio y de la alegría de la paternidad y la maternidad".
"Aseguraos –pidió el Santo Padre– de que esta enseñanza se presente siempre como el mensaje de esperanza que es. Demasiado a menudo, la doctrina de la Iglesia se percibe como una serie de prohibiciones y posturas retrógradas, cuando en realidad sabemos que es creativa, portadora de vida y apunta a la plena realización del gran potencial para el bien y la felicidad que Dios puso en cada uno de nosotros".
El Papa se refirió luego a "la tragedia de la división" y "la gran ruptura con el pasado católico escocés que tuvo lugar hace 450 años", y dio gracias a Dios por "los progresos conseguidos a la hora de curar las heridas que dejó en herencia ese período, sobre todo el sectarismo que ha seguido levantando su cabeza, incluso en época reciente".
En ese marco alabó la participación de los obispos católicos en "Action of Churches Together in Scotland" (Acción conjunta de las Iglesias en Escocia) cuyo objetivo es "la reconstrucción de la unidad entre los seguidores de Cristo llevada a cabo con constancia y empeño".
"Podéis estar orgullosos de la aportación de las escuelas católicas escocesas para superar el sectarismo y construir buenas relaciones entre las comunidades", afirmó el Santo Padre.
Por ello animó a alentar "a los maestros católicos en su tarea, poniendo un énfasis especial en la calidad y la profundidad de la educación religiosa para preparar un laicado católico bien informado y preparado para cumplir su misión".
"Una fuerte presencia católica en los medios de comunicación, en la política nacional, la magistratura, los ambientes profesionales y las universidades enriquecerá de seguro la vida nacional escocesa", dijo el Papa.
Finalmente Benedicto XVI se refirió a la visita que realizará a Escocia en este año: "mientras se preparan para la Visita Apostólica, aliento a su gente a rezar para que sea un tiempo de gracia para toda la comunidad católica. Tomen esta oportunidad para profundizar en la fe de los católicos y renovar su compromiso de ser testigos del Evangelio. Como los monjes de Iona que difundieron el mensaje cristianos a lo largo y ancho de Escocia, permítanles ser testigos de fe y santidad para los escoceses de hoy".