El Nuncio Apostólico en Haití, Mons. Bernardito Auza, pidió a voluntarios de la Iglesia llegados a este país centroamericano para colaborar con las víctimas del terremoto, sacerdotes, religiosos y religiosas, usar "su autoridad moral" para distribuir la ayuda que sigue llegando a Puerto Príncipe y que por muchas complicaciones logísticas como la falta de maquinarias y transporte, es muy difícil hacer llegar a la población.
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En entrevista exclusiva concedida a ACI Prensa en las afueras de la Nunciatura Apostólica en la zona de Petionville, Puerto Príncipe, y tras hacer una descripción del crítico estado en el que se encuentra el Estado –con el Palacio de Gobierno y varios ministerios destruidos, y con la policía local disminuida a su mínima expresión–, el Prelado instó a quienes llevan las ayudas a distribuirlas sin esperar la seguridad que dan las fuerzas del orden, que actualmente es bastante escaso en esta parte de la isla.
"La Iglesia tiene que confiar en su autoridad moral para esta tarea. Nosotros, junto a la agencia Catholic Relief Services (CRS) agencia humanitaria de ayuda de los obispos de Estados Unidos) hemos definido doce puntos de distribución de la ayuda. No podemos esperar a tener la seguridad que necesitamos para darla, sino que tenemos que hacer uso de la autoridad moral que nos da ser parte de la Iglesia de Cristo", dijo el Prelado.
"Tenemos que confiar en esa autoridad moral y hacer este trabajo para que las personas que necesitan las ayudas las reciban. Es mejor distribuir inmediatamente la ayuda en vez de almacenarla", explicó
El Nuncio también explicó que las exequias del fallecido Arzobispo de Puerto Príncipe, Mons. Serge Miot, serán realizadas el sábado 23 de enero en una Misa en la que se espera la presencia de los demás obispos haitianos, que este martes se reúnen en Puerto Príncipe junto con los responsables de CRS para coordinar las siguientes medidas para seguir ayudando a la población que no tiene agua, alimentos, energía eléctrica y que, en su mayoría, lo ha perdido todo.