El Obispo Auxiliar de Durango, Mons. Enrique Sánchez Martínez, recordó que sin una coherencia moral por parte de los todos los ciudadanos, el desarrollo alcanzado por el avance tecnológico es insuficiente.
"Estas medidas son importantes y han funcionado en parte, pero el desarrollo nunca estará plenamente garantizado por fuerzas que son automáticas e impersonales, que vienen del mercado y de la política. El desarrollo es imposible sin hombres rectos, sin operadores económicos y agentes políticos que sientan fuertemente en su conciencia, la llamada al bien común", expresó en una carta publicada recientemente.
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Mons. Sánchez Martínez señaló que en el mundo globalizado "se ha desviado la mentalidad técnica con cauces humanistas hacia una tecnificación del desarrollo", considerando que la pobreza es un "problema de ingeniería financiera, de apertura a mercados, de bajadas de impuestos, de inversiones productivas, de reformas institucionales, solo como una cuestión exclusivamente técnica".
Sin embargo, advirtió la necesidad de profesionales formados moralmente porque de lo contrario los frutos solo benefician a los propietarios "y la situación real de la población que vive casi siempre al margen de estos flujos de riqueza y conocimientos, permanecen inalterados y sin posibilidades reales de emancipación".
El obispo señaló que la técnica manifiesta las aspiraciones del hombre por su desarrollo, por lo tanto, llamó a insertarla "en el mandato de cultivar y custodiar la tierra, que Dios ha confiado al hombre y se orienta a reforzar esa alianza entre ser humano y medio ambiente que debe reflejar el amor creador de Dios".