Pese a la oposición de la Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP) y a la de una considerable proporción de la población del país, el Parlamento aprobó hoy una ley, impulsada por el Gobierno, con la que se equipara al matrimonio las uniones entre personas del mismo sexo. Esta norma no autoriza a estas parejas a adoptar.
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Europa Press indica que la propuesta del Gobierno fue aprobada gracias a los votos de la izquierda y contó con la oposición del Partido Social Demócrata (PSD) y de Centro Democrático y Social (CDS). Algunos diputados utilizaron su libertad de voto: siete parlamentarios del PSD se abstuvieron y dos diputadas del Partido Socialista (PS) votaron en contra de la propuesta de su propia formación gubernamental
Sobre esta norma anti-familia, el Patriarca de Lisboa, Cardenal José da Cruz Policarpo, había señalado a Ecclesia que "el problema que esta en discusión no es el de la homosexualidad. Si se discute, este discurso tiene otros parámetros. En este momento lo que está en juego es la naturaleza del matrimonio" conformado por un hombre y una mujer".
"No está en juego una cuestión religiosa, sino más bien cultural", indicaba.
El Consejo Permanente de la CEP ya había señalado su firme oposición a cualquier ley que "equiparase las uniones homosexuales al matrimonio que genera familias constituidas sobre el amor entre un hombre y una mujer".
En la nota titulada "A favor del verdadera matrimonio, la CEP lamentaba lo que considera un "intento para desestructurar la sociedad portuguesa".
El texto precisa también que la adopción por parte de homosexuales "constituiría una alteración grave de las bases antropológicas y con ella de toda la sociedad, colocando así una causa de equilibrio".
"La familia, fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer, tiene derecho a ver reconocida su identidad única, inconfundible e incomparable, sin mezclas ni confusiones con otras formas de convivencia".