El Arzobispo de León, Mons. José Guadalupe Martín Rábago, señaló que antes que reformar las estructuras sociales, se debe primero revertir el deterioro de la conciencia y del sentido ético de las relaciones sociales, pues ello es la raíz de los males que aquejan al país.
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En un mensaje por año nuevo, el Prelado dijo que las reformas estructurales son buenas y necesarias, pero como en el caso de la lucha contra el crimen, de poco servirá un cambio de estructuras "si de parte de los responsables de impartir justicia no hay honestidad y legalidad. El clamor generalizado es ‘debemos combatir la impunidad’".
"Hay un clamor generalizado que pide un nuevo estilo de hacer política y de tener servidores públicos verdaderamente comprometidos en el bien común", afirmó.
Por ello, el Prelado llamó a "discernir con sabiduría las luces y las sombras de nuestra Patria en este momento difícil" y a considerar los graves desafíos del momento como "oportunidades para alcanzar la transformación de las mentalidades y de las estructuras".
Mons. Martín Rábago advirtió que "cuando la dignidad de la persona humana se ha opacado, cuando la vida humana ha perdido su sacralidad, cuando es más importante el tener que el ser, entonces se privilegia la ganancia económica a como dé lugar, sin importar la cuota de sufrimientos y de muerte requerida para alcanzar tan perversos objetivos".