El Arzobispo de Puebla, Mons. Víctor Sánchez Espinoza, se unió al llamado del Cardenal Norberto Rivera para proteger la familia ante la reciente aprobación en el DF del mal llamado "matrimonio" homosexual y la posibilidad de adoptar niños, que "lejos de favorecer el auténtico desarrollo de las personas y de la sociedad, lo pone en riesgo".
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En un reciente mensaje, Mons. Sánchez se solidarizó con el Arzobispo de México, que en una declaración en diciembre pidió a los demás estados mexicanos no seguir "este perverso ejemplo" y hacer lo necesario "por defender constitucionalmente a la familia".
El Arzobispo de Puebla recordó que el Catecismo y el documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe del 28 de marzo de 2003 enseñan que se debe tratar con respeto y delicadeza a las personas con tendencias homosexuales y evitar discriminaciones injustas.
"Precisamente –añadió–, el verdadero respeto a estas personas y a la sociedad entera, exige que toda ley positiva sea conforme a la naturaleza de la persona humana y promueva su desarrollo integral, tanto en el plano individual como social".
Explicó que existen "razones biológicas, racionales, sociales y jurídicas" que permiten descubrir que el estatuto de matrimonio solo se le puede dar a la unión entre un hombre y una mujer, "de donde nacen y se desarrollan adecuadamente los niños" y que garantiza la conservación de la especie.
En cambio, advirtió, "la unión entre personas del mismo sexo, que son de interés sólo para los convivientes, no ofrece este aporte fundamental a la sociedad".
Las personas del mismo sexo, indicó, que "han decidido establecer una convivencia y desean tutelar situaciones jurídicas de interés recíproco, pueden recurrir al derecho común, sin necesidad de que sean creadas arbitrariamente leyes nuevas, que además son injustas".
Con respecto a la adopción de menores, el Prelado señaló que esto viola los derechos de los niños, ya que "la ausencia de la bipolaridad sexual crea obstáculos al desarrollo normal de los niños eventualmente integrados en estas uniones, con lo que se les somete a violencias de distintos órdenes. Esto, evidentemente, tiene repercusiones negativas, tanto para los individuos como para la sociedad".
Por ello, se unió al pedido del Cardenal Rivera para reforzar los lazos familiares e inculcar en los jóvenes "el valor único de la familia fundada en el matrimonio de un hombre con una mujer". También pidió orar por la conversión de quienes han promovido y aprobado esta ley.
Por su parte, el vocero de la Arquidiócesis de México, P. Hugo Valdemar, señaló que los miembros del Partido para la Revolución Democrática (PRD) que aprobaron esta ley "no respetan la vida y han legislado para asesinar a niños inocentes en el vientre de sus madres; son ellos quienes no respetan los valores de nuestra fe como es el matrimonio, y lo han equiparado con la unión de personas del mismo sexo".