En su mensaje por Navidad, el Arzobispo de Piura y Tumbes (norte del Perú), Mons. José Antonio Eguren, exhorta a los fieles a vivir auténticamente esta fiesta abriéndole el corazón al Niño Jesús que nace, defendiendo la familia fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer, trabajando intensamente por una cultura que defienda la vida desde la concepción hasta la muerte natural, y promoviendo en la sociedad la verdadera paz.
El Prelado explica que la Navidad es "la alegre noticia que Dios se ha encarnado y que el hombre ya no está solo. Navidad es la buena nueva que Dios nos ama y que nos busca sin desmayo para salvarnos. Navidad es el misterio de la Encarnación que reconcilia lo humano y lo divino, sanando las rupturas fruto del pecado".
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Tras alentar a los presbíteros, en este Año Sacerdotal, a vivir intensamente su ministerio amando a la Iglesia, Mons. Eguren alienta a que "a la luz de las imágenes de la Sagrada Familia de Nazaret, que representan el Nacimiento de nuestro Reconciliador, cada familia se descubra y se vea como una institución querida por Dios dentro de su designio divino de amor, llamada a ser una íntima comunión de vida y de amor conyugal, fundada sobre el matrimonio entre un hombre y una mujer, que tiene como don más precioso a los hijos y como misión su educación humana y cristiana", prosigue.
Cultura de vida
El Arzobispo de Piura destaca luego que "la Navidad es ocasión propicia para promover una auténtica ‘cultura de la vida’ en nuestra sociedad contemporánea. En los actuales momentos en que se ha abierto la posibilidad de la despenalización y legalización del aborto en nuestro País, el no de la Iglesia a este crimen abominable es un sí a la vida, que puede alcanzar a todo ser humano en el santuario de su conciencia".
"La defensa de la vida –asegura el Prelado– desde la concepción hasta su fin natural con la muerte, no admite de nuestra parte silencios, excusas, ni excepciones. Todos debemos proclamar que Dios es el único Señor de la Vida, que el hombre no es ni puede ser amo o árbitro de la vida humana".
"Si nos conmueve hasta la entrañas ver a una gran cantidad de hombres y de mujeres, de niños, jóvenes y ancianos que se ven atropellados diariamente en su dignidad humana y en sus derechos, conmovámonos también con los concebidos no nacidos, los más pobres e indefensos de todos, que se ven amenazados en su derecho fundamental a la vida. Por tanto estemos alertas y vigilantes para condenar y rechazar cualquier intento por aprobar el aborto en nuestra Patria".
En la parte final de su mensaje el Arzobispo señala que "el cristianismo comprende y reconoce la noble y justa lucha por la justicia a todos los niveles, pero prohíbe buscar soluciones por caminos de odio y de muerte. Pidamos hoy al Niño Jesús, que es el Príncipe de la Paz, para que en el Perú se destierre toda forma de violencia".
Finalmente Mons. Eguren pide mirar a Santa María, "la Virgen Madre de Dios. Que Ella nos ayude a profundizar en el misterio de la Navidad. Que Ella nos ayude a fijar nuestra mirada de fe y amor en su Divino Hijo que yace en su regazo".
"Que Ella, la Mujer fuerte de la fe, nos ayude a confesar a Cristo como el Hijo único del Padre, hecho hombre en su seno virginal e inmaculado, por obra del Espíritu Santo, quien vino al mundo para librarnos de toda esclavitud de pecado y para reconciliarnos con Dios, con nosotros mismos, con los hombres y con la creación", concluye.