El Presidente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), Cardenal Angelo Bagnasco, alentó a superar el clima actual de "odio político" que se vive en el país, en una reciente Eucaristía en vísperas de la Navidad a la que asistieron numerosos parlamentarios.
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Tras el ataque sufrido por el Primer Ministro Berlusconi y en medio de un caldeado escenario político, el Purpurado alentó a rezar "para que los nuevos maestros de la sospecha y el resentimiento depongan las palabras violentas que, al ser repetidas, resucitan sombras y monstruos del pasado".
En la Eucaristía que presidió en la Iglesia San Gregorio Nacianceno, el también Arzobispo de Génova recordó que el "mensaje de Navidad retorna en toda su belleza y urgencia. De hecho exige respeto ante el clima que estamos viviendo como país. El ambiente de odio personal envenena la política, fomenta la agresión y desemboca en graves e inaceptables episodios de violencia".
El Cardenal Bagnasco resaltó también que "sin un evidente, honesto y concreto cambio se alimenta el sentido de inseguridad, disminuye la confianza en las instituciones, se desalienta la participación en la vida del país y se debilita la cohesión social".
Para el Purpurado, "la gente está cansada y no merece esto" y sin embargo "no desiste de la confianza y del esfuerzo en la familia, el trabajo, en la sociedad. Nuestro pueblo merece lo mejor de todos y de sus responsables".
El Presidente de la CEI explicó que esto constituye un patrimonio que no debe desperdiciarse ni ofuscarse "ante sectarismos que no tienen nada que ver con el diálogo cultural, político y social. Lo primero busca construir, lo segundo busca destruir".