J.D. Flynn, canonista de la Arquidiócesis de Denver, explicó a Catholic News Agency las implicancias del Motu Proprio "Omnium en mentem" en el que el Papa Benedicto XVI aprobó dos modificaciones al Código de Derecho Canónico.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Según Flynn, el nuevo documento aclara la naturaleza de las órdenes de un diácono y el impacto de la apostasía del catolicismo sobre la validez de un matrimonio.
"Omnium en Mentum", que podría traducirse como "Todo en la mente" parte del canon actual y "describe las órdenes sagradas como la participación en la autoridad de Cristo", explicó Flynn.
"El Motu Proprio aclara que los sacerdotes y los obispos participan en la autoridad de Cristo in persona Christi, mientras que los diáconos sirven a la Iglesia, el pueblo de Dios, a través del ministerio, los servicios, o ‘diaconías’ de la liturgia, la palabra y la caridad".
Por lo tanto, dijo Flynn, el documento hace hincapié en que hay una "clara distinción entre el diaconado y el presbiterado".
"La distinción es entre el diácono, que actúa en imago Dei y el sacerdote que actúa in persona Christi", explicó Flynn. Lo que esto significa en términos simples es que "vemos el diaconado como un único ministerio en sí mismo y no simplemente como un paso en el camino hacia el sacerdocio", añadió.
"El segundo tema examinado por el Motu Propio es una cláusula confusa sobre una dispensa en el derecho canónico. La razón de esta asignación en virtud del Código de Derecho Canónico de 1983 fue un intento de apoyar la institución del matrimonio, incluso para los católicos que han renunciado a la fe", dijo Flynn.
La única consecuencia de una apostasía antes de "Omnium en mentem" era que el desertor posteriormente sería capaz de "casarse válidamente sin observar la forma canónica", señaló Flynn. Esto significaría que un católico desertor podía acceder válidamente al matrimonio en una ceremonia civil, por ejemplo, sin una dispensa.
"Este Motu Proprio elimina el impacto de las deserciones en el matrimonio y exige a los desertores seguir la forma canónica para el matrimonio", afirmó.
"La idea de que uno puede desertar de la Iglesia con un acto formal en el sentido de validez civil ha sido siempre una especie de anomalía en nuestra teología", explicó Flynn y añadió que el documento ha abolido la anomalía.
"Realmente es una afirmación de nuestra teología. Teológicamente entendemos que lo que nos hace católicos es nuestro bautismo o la recepción en la Iglesia. Querer ser católicos no tiene que ver con la cuestión de si somos católicos. Si seguimos las enseñanzas de la Iglesia o no, no es ajeno a la cuestión de si somos o no católicos. Lo que la Iglesia dice es que todos los católicos están obligados a seguir las enseñanzas de la Iglesia Católica".