En su homilía de la Misa por la fiesta de San Juan Diego, el Arzobispo Primado de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera, alentó a los fieles a seguir su ejemplo con corazón sencillo y así vivir la verdad del Evangelio y los valores humano-cristianos que allí se originan, para dar testimonio ante el mundo.
El Cardenal Rivera explicó primeramente que la Verdad, la única Verdad que es la de Dios, solo puede ser conocida por un corazón humilde y sencillo, como el de la Virgen María.
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"Un corazón humilde y sencillo nunca será débil, al contrario, será fuerte y valeroso, entregado y sin temor, pues participa de la auténtica fuerza que sólo viene de Dios, es el Dios Omnipotente quien se manifiesta de una manera clara y nítida en un corazón humilde", indicó.
Seguidamente resaltó que "en este mundo y en este tiempo más que nunca necesitamos ‘defender la verdad’, defender los verdaderos valores humanos-cristianos, y defenderlos con gran valor y fuerza desde un corazón humilde, y la mejor defensa de la verdad es vivirla, vivir la verdad es vivir el Evangelio, dar testimonio del Hijo de Dios que nos amó hasta el extremo".
Tras explicar que el ser humano busca en su ser más profundo la plenitud de la vida que solo Dios es capaz de dar, el Arzobispo Primado recordó que "todos estamos llamados a ser santos, y esto no quiere decir ser débiles, al contrario, como dice la segunda lectura, la fuerza de Dios se manifiesta más claramente en el humilde".
"Así pues, necesitamos de cada uno de los miembros vivos de esta nuestra amada Iglesia Católica para poner todo nuestro esfuerzo, bajo la intercesión de la humilde Morenita del Tepeyac y de su humilde mensajero San Juan Diego, en quien depositó toda su confianza, y luchar contra la maldad, la injusticia, la corrupción, la mentira, el engaño, y poder vivir la justicia, la paz y el amor; ¡dar un verdadero testimonio viviendo la Verdad de Dios!", concluyó.