El Arzobispo Emérito de Resistencia, Mons. Carmelo Giaquinta, recordó que los cristianos también son miembros de la sociedad civil y como tales respetan a las autoridades pero deben resistir ante la trasgresión del bien común.
En su reflexión semanal, el Arzobispo explicó que "palpamos a diario expresiones preocupantes de insensatez, en especial en personas constituidas en autoridad, que deberían ser la expresión acabada de la sabiduría práctica que procura el bien común".
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Refiriéndose a "las actitudes frente al matrimonio gay que se ventila en estos días", en especial, a la intervención de una jueza que declaró inconstitucional dos artículos del Código civil que prohíbían este tipo de uniones, y también al "laissez faire" (dejar hacer) del jefe de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri, que decidió no apelar el fallo.
Mons. Giaquinta recordó que "el cristiano, además de miembro de la Iglesia, lo es también de la sociedad civil. Por ello debe respeto a su autoridad y ha de orar por ella, pues creemos que la autoridad viene de Dios", pero aclaró que "en virtud del mismo principio, ha de resistir firme y democráticamente a la autoridad civil cuando ésta se extralimita en su misión y, en vez de defender el bien común, lo pervierte o hiere gravemente".
"Nuestra catequesis social enfatizó en demasía el primer aspecto: el respeto a la autoridad. Y muchas veces olvidó el segundo: la resistencia democrática ante sus desbordes. De allí que el cristiano no siempre juegue su papel como ciudadano, y se queda esperando a que opine el pastor sobre los problemas sociales más variados. Si queremos tener una Patria fraterna, es preciso que el cristiano crezca como ciudadano", concluyó.