Distintas organizaciones católicas criticaron la difusión de dos avisos publicitarios de la organización PETA –que dice promover los "derechos" de los animales–, en el que una modelo polaca que se proclama católica profana un crucifijo y un rosario.
En uno de los avisos que forman parte de la campaña de PETA contra la venta de mascotas, la modelo Joanna Krupa aparece desnuda, luce alas de ángel, y oculta algunas partes de su cuerpo con un crucifijo. En el aviso se lee: "Seamos unos ángeles para los animales, adoptando a pequeñas criaturas, no comprándolas".
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En el otro, Krupa –que ha sido chica de portada de la revista Playboy– aparece con las alas de ángel en topless, cargando a un perrito y sosteniendo un rosario en la mano derecha.
Para Deal Hudson, de la revista católica online InsideCatholic.com, los avisos son totalmente inapropiados, "otra muestra del irrespeto hacia la Cristiandad y otro ejemplo del tipo de abuso que nunca ocurriría con otra religión porque las protestas serían inmediatas y tan altisonantes que la gente detrás de estos (avisos) se retractarían rápidamente".
Por su parte, el presidente de la Liga Católica, Bill Donohue, aclaró que "gatos y perros están más a salvo en tiendas de mascotas que en las manos de los empleados de PETA. Las tiendas de mascotas no destruyen la iconografía cristiana ni se involucran en reclamos irreligiosos baratos".
Para Donohue, "PETA es un fraude" y tiene "un gran récord explotando temas cristianos y judíos para promover sus servicios".
Krupa publicó una declaración en respuesta a los críticos de la campaña en la que arguye que "como católica practicante, estoy sorprendida de la protesta de la Liga Católica contra los avisos de PETA, de los que me siento muy orgullosa. Estoy haciendo lo que la Iglesia Católica debería hacer: trabajar para detener el innecesario sufrimiento de las más indefensas criaturas del Señor".
Sin embargo, Donohue explica que sería difícil encontrar una organización estadounidense que trate a los animales con menos ética que PETA. En el año 2008, como lo demuestra el Centro por la Libertad del Consumidor, PETA "mató al 95 por ciento de las mascotas en adopción que tenía a su cargo" y en "los últimos diez años mató a un total de 21,339 gatos y perros. A pesar de contra con un presupuesto de 32 millones de dólares, PETA no opera un solo albergue para la adopción de animales".