Líderes de la Iglesia Católica, de otras denominaciones cristianas y del budismo llamaron al Gobierno y al Parlamento de Corea del Sur a unirse a la corriente abolicionista de la pena de muerte, pues se trata de una medida que no combate el crimen y que "no considera el carácter sagrado de la vida".
Los líderes religiosos firmaron el 26 de noviembre una declaración conjunta difundida por la Comunidad de San Egidio con ocasión de la 8º Jornada Mundial "Ciudad por la Vida, Ciudad contra la Pena de muerte", celebrada el 30 de noviembre.
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Según la agencia Fides, el texto exhorta al Gobierno a dejar de hablar de una reanudación de las ejecuciones –que no se realizan desde hace doce años-, "y se comprometa más activamente para abolir la pena de muerte", y a la Asamblea Nacional, para que en la actual legislatura apruebe "la ley especial abolicionista que ya ha sido propuesta sucesivamente en las últimas tres legislaturas".
"Corea del Sur tiene que asumir un fuerte sentido de responsabilidad en la participación a tal corriente abolicionista de la comunidad internacional en cuanto país miembro del Consejo para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas", señala el texto, que recuerda que la pena de muerte no tiene ningún efecto sobre la prevención del crimen, tal como se quiere hacer creer.
Los firmantes indicaron que si bien los crímenes deben ser castigados severamente, "hace falta sin embargo el esfuerzo de la sociedad para prevenir los crímenes, y hace falta también ofrecer la posibilidad de una expiación sincera y un despertar de la propia conciencia a los que se manchen con un crimen violento".
Los representantes reafirmaron el carácter sagrado de la vida y señalaron que "toda vida llamada a existir sobre esta tierra es sagrada. La pena de muerte es para nosotros un ‘homicidio de estado’ que en nombre de la ley y la institución priva artificialmente un ser humano de su vida insustituible".
La declaración fue firmada por el Presidente de la Conferencia Episcopal de Corea, Mons. Peter Kang U-il; el Secretario General del Concilio Nacional de Iglesias de Corea, Rev. O-Seong Kwon; por el Buddhismo del Ven. Ji Kwan, (Presidente del orden Jogye) y por el Budismo Won del Rev. Seong-Taek Lee (Secretario general).