La agencia vaticana Fides dio a conocer el trabajo de las Obras Pontificias de Austria (Missio Austria), dirigida por Mons. Leo Maasburg, quien explica que en el caso de los huérfanos de SIDA, "el desafío no es solamente la asistencia médica, sino sobretodo buscar dar un sentido a la vida, con frecuencia demasiado breve, de estos pequeños".
"El gozo de vivir de estos niños enfermos nos enseña el fin último de nuestra vida: amar y ser amados", añade en una declaración por la Jornada Mundial contra el SIDA este 1º de diciembre.
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Missio Austria, explica Fides, sostiene desde hace años proyectos para el cuidado de enfermos de SIDA, ayuda para las viudas y huérfanos, y sobre todo para cuidar también los aspectos psicosociales y espirituales relacionados con la enfermedad.
"Somos casi los únicos que ayudan a las madres enfermas de Sida y sus hijos", dice a su turno el P. John Phuong Dinh Toai, camiliano de 33 años, que por pedido del Arzobispo de Thanh-Pho Ho Chi Minh (Vietnam), el Cardenal Jean-Baptiste Pham Minh Man, administra un orfanato para niños con padres que padecen SIDA o que ya han fallecido por la enfermedad.
Andreas Thonhauser, Redactor jefe de la revista misionera editada por Missio Austria "Alle Welt", ha recogido los testimonios de este joven sacerdote que alberga actualmente en la estructura por él administrada junto a diversos colaboradores a 60 niños, mientras otros 300 son seguidos en sus familias.
"Tratamos de hacer estar a los niños la mayor cantidad de tiempo con sus padres", dice el P. John, quien casi había terminado los estudios médicos cuando descubrió su llamado a la vida sacerdotal.
Este presbítero cuenta también que "hemos recogido a muchos de nuestros niños por la calle. Buscamos darles una vida digna pero también una muerte digna".
Según las últimas cifras oficiales el África subsahariana es la región más afectada con 22,4 millones de adultos y niños viviendo con la enfermedad, lo que equivale al 67 por ciento de todas las personas que viven con el VIH en todo el mundo y el 91 por ciento de todas las nuevas infecciones entre los niños.
En esta misma región, la pandemia ha dejado huérfanos a más de 14 millones de niños.