Al concluir su 98° Asamblea Plenaria, los obispos de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh) dieron a conocer un mensaje titulado "Chile, una Mesa para Todos" en el que recuerdan la necesidad del desarrollo integral de todos, alentado por el Papa Benedicto XVI en su encíclica Caritas in veritate, que respete y promueva "la vida humana y su genuina libertad".
En su mensaje, los prelados recuerdan la necesidad de trabajar juntos "sin que nadie quede excluido" y "para contribuir al desarrollo integral del país, invitamos a un compromiso más activo, a través del ejercicio ciudadano responsable en el proceso electoral en marcha".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Seguidamente la CECh alienta a "buscar información adecuada y participar de los debates en torno a asuntos relevantes para el país, como la vida, la dignidad humana, el matrimonio y la familia, la educación, el trabajo, la salud, la vivienda, el respeto por el medio ambiente, la preocupación por nuestros pueblos originarios, la convivencia pacífica e intercultural, iluminada a la luz del Evangelio".
Asimismo piden a los candidatos presidenciales que ofrezcan "al país con mayor nitidez y profundidad propuestas y proyectos para estos ámbitos".
Luego de resaltar la urgencia de defender la vida, desde la concepción hasta la muerte natural y la familia fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer, los obispos reiteran que "la proximidad del Bicentenario de la Independencia, es tiempo oportuno para recuperar lo mejor de nuestras tradiciones republicanas: aquellos grandes valores que constituyen nuestra identidad y que no pueden quedar a merced de minorías ocasionales o bulliciosas".
Tras reiterar su compromiso de anunciar siempre el Evangelio de Cristo, los prelados de la CECh agradecen "los 25 años de la firma del Tratado de Paz y Amistad con nuestro hermano pueblo argentino, animado por el querido Siervo de Dios Juan Pablo II".
"A la Virgen María, Reina de la Paz, confiamos el bien de Chile en esta hora, cuando nos preparamos para el tiempo de Adviento, de gozosa espera del Salvador. Que ella nos renueve el optimismo en Cristo, su hijo, la verdadera esperanza", concluyen.