En una carta escrita a los presbíteros de China en ocasión del Año Sacerdotal, que conmemora el 150° aniversario de la muerte del Santo Cura de Ars, el Cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado Vaticano, pidió a los sacerdotes de este país asiático trabajar por la reconciliación y un diálogo respetuoso con las autoridades civiles sin renunciar a los principios de la fe católica.
En su carta, el Cardenal recuerda que estas medidas ya las planteaba el Papa Benedicto XVI en su carta a los católicos de China de 2007. "Al respecto, a pesar de las persistentes dificultades, las informaciones que han llegado desde diferentes partes de China muestran también signos de esperanza", dice el Purpurado en su misiva.
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Seguidamente afirma que "sólo dos años después de la publicación de la Carta pontificia, no parece que haya llegado el momento de hacer balances definitivos. Usando las palabras del gran misionero de China, padre Matteo Ricci, creo que se puede decir que aún es tiempo más de siembra que de cosecha".
El Secretario de Estado indica luego algunos modos prácticos con los que los sacerdotes pueden aportar su contribución: "visitando frecuentemente tanto a las familias católicas como no católicas en los pueblos; aumentando los esfuerzos para preparar y formar buenos catequistas; favoreciendo un mayor uso de los servicios caritativos, dirigidos especialmente a los niños y a las personas enfermas y ancianas; organizando reuniones especiales, en las que los católicos puedan invitar a sus parientes y amigos no católicos para que conozcan mejor la Iglesia Católica y la fe cristiana; distribuyendo publicaciones católicas a los no católicos".
"En este Año Sacerdotal deseo recordaros la fuente donde podéis encontrar la fuerza para ser fieles a vuestra importante misión: la Eucaristía. Una comunidad verdaderamente eucarística no puede replegarse en sí misma, como si fuese autosuficiente, sino que debe mantenerse en comunión con toda comunidad católica".
Hablando luego a los obispos, el Cardenal subraya que su solicitud paterna les "sugerirá, según las posibilidades y las condiciones de cada diócesis, las actividades dirigidas a promover las vocaciones al sacerdocio, como jornadas y encuentros de oración, o apertura de lugares donde los sacerdotes y los fieles, especialmente los jóvenes, puedan encontrarse para rezar juntos bajo la guía de sacerdotes buenos y expertos, como directores espirituales".
"El Santo Padre Benedicto XVI es consciente de que ‘también en China, como en el resto de la Iglesia, surge la necesidad de una formación permanente adecuada del clero. De aquí nace la invitación, dirigida a los obispos como responsables de las comunidades eclesiales, a pensar especialmente en el clero joven, que está cada vez más sometido a nuevos retos pastorales, relacionados con las exigencias del deber de evangelizar una sociedad tan compleja como lo es la sociedad china actual".
El Purpurado subraya luego que "el Santo Cura de Ars nos enseña que el culto dado a la Eucaristía fuera de la Misa es de un inestimable valor en la vida de todo sacerdote. Este culto está estrechamente unido a la celebración de la Eucaristía".
Tras resaltar que "si estamos unidos en Cristo eucarístico, todas las miserias del mundo resuenan en nuestros corazones para implorar la misericordia de Dios", el Cardenal Bertone exhorta a "buscar la reconciliación con gestos concretos. Para obtener esto, es necesario y urgente prestar atención también a la formación humana de todos los fieles, incluidos los sacerdotes y religiosas, pues la falta de madurez humana, de autocontrol y de armonía interior es la fuente más frecuente de incomprensiones, de falta de cooperación y de conflictos en las comunidades católicas".
Finalmente el Secretario de Estado Vaticano concluye "formulando y confiando a la Santísima Virgen el deseo de que vuestra vida sacerdotal sea guiada cada vez más por esos ideales de donación total a Cristo y a la Iglesia que inspiraron el pensamiento y la acción del Santo Cura de Ars".