La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), llamó a la conversión de los corazones porque el desprecio a la vida y al ser humano es la causa del aumento del narcotráfico, la violencia y la corrupción que existe en el país.
En un mensaje, los obispos expresaron su dolor por el derramamiento de sangre y otros flagelos como la pobreza, la corrupción, el fortalecimiento del narcotráfico y el egoísmo de actores políticos y sociales que solo velan por sus intereses. "Pero en el fondo lo más preocupante es el desprecio por la vida, el ser humano convertido en mercancía, en objeto desechable. Estamos perdiendo la conciencia de la dignidad de la persona humana y la capacidad de vernos como hermanos", indicaron.
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La CEM señaló que esta situación "no se solucionará sólo con la aplicación de la justicia y el derecho, sino fundamentalmente con la conversión. La represión controla e inhibe temporalmente la violencia, pero nunca la supera".
Por ello, llamaron a los mexicanos a asumir cada uno su responsabilidad y no lanzarse mutuas acusaciones. "Nosotros mismos como obispos reconocemos habernos conformado muchas veces con una evangelización superficial y una religiosidad cultual y pedimos perdón por la incongruencia de vida y el anti testimonio de muchos bautizados", manifestaron.
El Episcopado invitó a acercarse a Cristo para convertir los corazones de cada persona, pues "el ser humano es el campo de batalla de tendencias opuestas, una a la humanización y otra a la deshumanización, y la fe cristiana muestra que sólo el ser humano que se ha reencontrado con su vocación trascendente, es capaz de salir victorioso de este conflicto".
En ese sentido, llamaron a las familias y al Estado a realizar "la primera e inaplazable tarea", que es la formación y educación integral que lleve a la persona a descubrir su vocación trascendente, a tomar conciencia de su dignidad, y que lo capacite para el diálogo y la fraternidad.
Finalmente, los obispos renovaron su compromiso de servicio como pastores y transmitir el mensaje de Cristo, porque "sólo si hay mujeres y hombres nuevos habrá también un mundo nuevo, un mundo renovado y mejor".