El Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh) envió hoy un documento a la Cámara de Diputados en el que señaló que el matrimonio entre un hombre y una mujer es un bien para la sociedad que debe protegerse y promoverse.
En el texto titulado "Valoremos el matrimonio, un bien para Chile" que se da ante el debate en diputados de un proyecto de ley relativo a la regulación de las uniones de hecho entre personas de distinto sexo, los prelados piden una atenta reflexión "con serenidad y libertad" sin dejarse llevar por presiones de algunos sectores.
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Seguidamente los obispos cuestionan: "¿por qué dar un estatuto jurídico especial a quienes, pudiendo casarse, prefieren no hacerlo? Aparece ciertamente una contradicción establecer una ley para resolver posibles problemas patrimoniales y de herencia que ya tienen solución segura y clara en las normas actualmente existentes que regulan el matrimonio, como puede comprobarse en la amplia legislación sobre esta materia. Hay también otras normas que permiten regular las relaciones entre personas, incluyendo la disolución de las mismas".
Continuando con el cuestionamiento al polémico proyecto de ley, los prelados interrogan, "respetando la libertad de las personas" si es que acaso "¿no correspondería más bien alentar a los jóvenes a casarse? ¿Por qué no promover que aquellos que han optado por una convivencia regularicen su situación viviendo en matrimonio?"
"Desde otro punto de vista, ¿por qué elegir en medio de un tiempo electoral intenso, inmediatamente antes del receso parlamentario, sin la necesaria serenidad para un debate de ideas maduro, votar apresuradamente asuntos que interesan a toda la sociedad, en una materia que es, por su naturaleza, compleja y de consecuencias muy importantes para los ciudadanos del presente y del futuro?", prosiguen.
Tras señalar que no pueden "permanecer indiferentes ante una legislación que, de esta manera, disminuye el valor y el sentido del matrimonio como unión permanente entre un hombre y una mujer, que contribuye al bien de la sociedad y no sólo se ocupa de intereses privados de los que lo contraen".
Por ello solicitan a los legisladores que no se dejen "llevar por apresuramientos muy peligrosos. A quienes son cristianos les invitamos fraternalmente a reflexionar las enseñanzas sobre los valores de una sociedad fundada en el Evangelio y a ponderar las dolorosas consecuencias sociales y personales que puede provocar el debilitamiento de la institución del matrimonio".
Finalmente piden a la "Virgen del Carmen, Reina y Patrona de Chile, para que con su cuidado maternal proteja a las familias de nuestra Patria y cuide la calidad de nuestra convivencia social".