Al presidir el rezo del Angelus dominical tras la Eucaristía de canonización en la que fueron elevados a los altares cinco nuevos santos, el Papa Benedicto XVI resaltó que “la Virgen María es la estrella que orienta todo itinerario de santidad”.
Tras agradecer en distintos idiomas a los fieles llegados de diversas partes del mundo para la Misa de canonización, el Santo Padre explicó que el Fiat, el sí de María es “modelo de perfecta adhesión a la divina voluntad y su ‘magnificat’ expresa el canto de exultación de la Iglesia, que ya en esta tierra goza por las grandes obras de Dios y en el cielo alaba eternamente su gloria”.
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En francés, Benedicto XVI resaltó el ejemplo de los nuevos santos Marie de la Croix y Damián de Molokai, conocido como el “Apóstol de los leprosos”, y alentó, siguiendo el ejemplo de ambos, el trabajo por los más pobres de la sociedad y de los que están comprometidos “en la lucha contra la lepra y contra las otras formas de lepra debidas a la falta de amor por la ignorancia y la cobardía” y pidió a los fieles acompañar con su oración los trabajos del Sínodo de los Obispos para África que se realiza actualmente en el Vaticano.
Al saludar a los fieles de lengua inglesa, el Papa se dirigió de manera especial “al grupo de sobrevivientes de los ataques nucleares en Hiroshima y Nagasaki. “Rezo –dijo– para que nunca más el mundo sea testigo de la destrucción masiva de vidas humanas inocentes”.
En español, Benedicto XVI subrayó que el “dominico san Francisco Coll, con su entrega sacerdotal y misionera, y el trapense san Rafael Arnáiz Barón, con su alma enteramente contemplativa, ambos fervientes devotos de la Virgen María, hacen honor a la mejor tradición religiosa y a las profundas raíces cristianas de su pueblo”.
“Que el ejemplo y la intercesión de estos nuevos Santos avive en todos, y particularmente en las Dominicas de la Anunciata, en la Orden de Predicadores y en los monjes Trapenses, el compromiso de seguir generosa y desinteresadamente a Cristo, según la propia vocación, dando testimonio de su Evangelio en la sociedad de hoy. Saludo también a los grupos procedentes de Colombia y otros Países Latinoamericanos”, dijo el Santo Padre.
Finalmente el Papa animó a mirar “a la Madre de Cristo con confianza filial, pidiendo su intercesión y la de los nuevos santos” para que traigan a la Iglesia “paz y salvación”.