En su homilía de la Misa dominical celebrada en la Catedral de esta capital, el Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, pidió al Señor de los Milagros que proteja "la vida de los más débiles e inocentes, de aquellos que están en el vientre de su madre, protege desde el primer instante de la concepción esa incipiente forma de vida".
En presencia del Presidente Alan García y de otras autoridades, el Purpurado señaló que "es una situación muy particular que atraviesa el mundo entero. Señor de los Milagros custodia el vientre de esas madres, custodia el ámbito legal, confunde a quienes asechan la vida humana para impedirles que puedan hacer daño".
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El Cardenal Cipriani también le pidió a la venerada imagen, en su "Mes Morado", por la unidad de la familia, "esencial para buscar la paz, la justicia y para afirmar la identidad de la nación en el concierto Latinoamericano. Imploramos tu bendición para la nación peruana. Ayúdanos a entender que todos somos peruanos, no hay peruanos de segunda categoría".
El Primado del Perú también elevó sus oraciones a la Virgen María, Madre del Señor de los Milagros, para que cuide y proteja "al matrimonio que une para toda la vida a un hombre con una mujer; y también para que fortalezca la unidad familiar en estos tiempos en los que la educación de los hijos es tarea primordial".
Diálogos de Fe
De otro lado, el Cardenal recordó en su programa radial sabatino "Diálogos de Fe" que la multitudinaria procesión acompañando al Señor de los Milagros es una "experiencia de conversión personal" en la que los fieles tienen la oportunidad de amar.
El Arzobispo comentó que mucha gente busca al Señor de los Milagros para dar gracias y pedir que se convierta. "Es una multitud que pone en las calles no solo sus cuerpos sino sus almas, convirtiéndose en una sinfonía de alegría, de dolor, de arrepentimiento, de solidaridad, paciencia y de perdón", añadió.
Asimismo alentó a los fieles a acudir a la procesión porque la gran oferta de Jesús es el amor. "En la procesión del Señor de los Milagros se ama", expresó. "Que bonito es ver que el Señor nos escucha y lleno de amor nos devuelve porque ha salido a amar, a querer y a convertir", agregó.
El Arzobispo de Lima afirmó que la procesión del Cristo de Pachacamilla es un regalo que el Perú tiene para el mundo, porque octubre, mes morado, es un mes de sacrificio, de alegría, de dolor y perdón.