El viernes 11 de septiembre un grupo de extremistas musulmanes incendiaron una iglesia católica en la localidad de Jethki, ubicada en la provincia de Punjab, en Pakistán, en la misma región en donde el mes pasado fueron quemados vivos un grupo de cristianos.
Según informa la organización internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), los fundamentalistas islámicos rociaron la iglesia con kerosene y le prendieron fuego, luego de lo cual se dirigieron a las casas aledañas y amenazaron de muerte a sus residentes cristianos.
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Algunos líderes cristianos afirman que la violencia se originó en la reacción de una mujer musulmana que se oponía a la relación que tenía su joven hija con un cristiano. Para provocar la brutal agresión, la mujer rompió algunas hojas del Corán y las arrojó en la puerta de la casa del joven para acusarlo de no respetar la ley de blasfemias. Aparentemente, las autoridades orquestaron el ataque como venganza, dice la nota de AIN.
Mientras tanto, el joven cristiano de 19 años ha sido detenido y no se ha dado a conocer su nombre por razones de seguridad. En diálogo con AIN, el P. Andrew Nisari, Vicario General de la Arquidiócesis de Lahore, a cuya jurisdicción pertenece la iglesia de Jethki, señaló que "las personas están muy asustadas por lo que ha sucedido. En realidad nos alivia que el muchacho de 19 años esté en prisión en este momento, al menos allí estará a salvo, es decir, no lo van a matar fanáticos musulmanes".
Al referirse luego al estado de la iglesia, el sacerdote explicó que ésta "todavía está en pie pero está completamente quemada por dentro: el altar, las imágenes, la sede, las Biblias y los libros religiosos fueron consumidos. El templo ha quedado totalmente inutilizable".
Luego de exhortar al gobierno pakistaní para revertir la ley de blasfemias, el P. Nisari señaló que "esta norma hace que la gente –musulmanes especialmente– carguen una espada invisible para usarla en venganza contra cualquiera cuando así lo deseen". "Este caso muestra cómo la religión es mal usada en nuestro país y que es muy necesario que se rechace este ley", añadió.
Tras relatar que muchos cristianos tuvieron que huir de la zona para no ser asesinados, el sacerdote pidió "a todos los cristianos en el mundo a rezar por nosotros que somos perseguidos en Pakistán. Realmente necesitamos sus oraciones ahora".