El Presidente de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, Mons. Hugo Barrantes, llamó a reflexionar sobre la niñez y adolescencia que sufren explotación y pobreza, y señaló la necesidad de crear un Ministerio de la Familia que agrupe los esfuerzos a favor de este sector y otros menos favorecidos.
En una carta titulada "Los preferidos del Señor", Mons. Barrantes destacó el avance económico logrado por el país en los últimos años. Sin embargo, advirtió la paradoja de que existan miles de familias que enfrentan "el drama de exclusión e invisibilidad", sobre todo en poblaciones "como la indígena, la afrodescendiente y la población migrante".
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El Prelado criticó que "los índices de desarrollo humano registrados por Costa Rica, más parecidos a los que manejan las naciones del primer mundo", contrasten con la calidad y acceso a la salud, educación y otros servicios públicos por parte de estos sectores, "dentro de los cuales los niños siempre terminan siendo los más perjudicados".
Asimismo, advirtió que pese al reconocimiento de los derechos de los niños y adolescentes, "somos aún testigos de situaciones que lesionan la calidad de vida que deberían tener", como el aborto, la violencia física, maltrato emocional y abuso sexual, situaciones de abandono, de trabajo infantil, xenofobia, drogas y crecientes desigualdades sociales.
"Para quienes cometen los crímenes, abusos y maltratos contra nuestros niños y niñas, el cielo reclama justicia pronta y cumplida: el peso de la ley debe caer sobre ellos sin contemplaciones", expresó.
Mons. Barrantes también manifestó el llamado de la Iglesia de dar una mejor atención a los sobrevivientes de estos flagelos, "así como con maternal afecto pone a disposición de las víctimas inocentes todas sus instancias y esfuerzos a fin de que su dolor sea redimido en la esperanza cristiana de una vida mejor".