Tras el reciente secuestro de dos cristianos, uno de los cuales fue asesinado, el Obispo Auxiliar de Bagdad, Mons. Shlemon Warduni, relató que los católicos en Irak viven en medio del temor y con la posibilidad latente de que "debido a las elecciones de 2010 la violencia pueda aumentar más".
En declaraciones a la agencia italiana SIR tras una visita pastoral que hiciera con el Arzobispo de Bagdad, Cardenal Emmanuel III Delly, a las diócesis de Zakho y Amadhiya, el Prelado dijo que "esta violencia no la sufren solo los cristianos sino también muchos musulmanes".
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"Los cristianos y los musulmanes están atrapados por la violencia que aumenta. Para confirmar el dato estuvo conmigo el mismo procurador caldeo (católico) de Mosul, P. Basman Al Dammar. Las causas de este odio son muchas: políticas, sectarias, criminales, fundamentalistas; no solo religiosas", explicó el Obispo.
Comentando su visita pastoral a Zakho y Amadhiya, Mons. Warduni relató algunas de las dificultades de los iraquíes, particularmente de la minoría cristiana: "se siente mucho la falta de trabajo, agudizada por el hecho de que muchas tierras han sido ocupadas por muchas personas venidas de fuera en busca de refugio. Las calles no son seguras y tampoco están en buen estado impidiendo así la movilización de la gente que quiere encontrar un trabajo o transportar enfermos si es necesario".
Todo esto, concluye el Obispo, "no hace otra cosa sino favorecer la emigración iraquí y cristiana de manera particular. Pese a las dificultades, los fieles que encontramos esperan en la fe pero tienen también la urgente necesidad de apoyo material y espiritual".