El Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile emitió una declaración en la que pide a los candidatos que participarán en las elecciones presidenciales y parlamentarias de fin de año, protagonizar una campaña serena, austera y respetuosa que se centre en los grandes valores que marcan la identidad del país.
"La proximidad del Bicentenario de la Independencia, es tiempo oportuno para recuperar lo mejor de nuestras tradiciones republicanas: aquellos grandes valores que constituyen nuestra identidad y que no pueden quedar a merced de minorías ocasionales o bulliciosas", sostienen los obispos.
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"Entre estos valores, son imprescindibles el apoyo a la familia y el respeto a la vida desde la concepción, pasando por todas las etapas de su desarrollo, hasta la muerte natural; la superación de la miseria y del desempleo; el desarrollo económico y humano que contribuya a una mayor equidad social y a la generación de fuentes de trabajo estables; el acceso a una educación libre, integral y de calidad, sobre todo para los pobres; políticas de salud pública que honren la dignidad de las personas; y la superación de los gravísimos problemas producidos por la droga", agregan.
Asimismo, recuerdan que "la Iglesia Católica no se identifica con ningún partido político. Por eso, no tiene candidatos y no se hace representar a través de partido ni sector político alguno", al tiempo que alientan a los electores a hacer "un profundo discernimiento en el ámbito de los proyectos de los candidatos, de manera de elegir a aquellos que mejor impulsen los valores que deben tener plena vigencia en nuestra convivencia, en nuestra cultura y en nuestra legislación".
"Los actores políticos están a tiempo para regalar al país una campaña serena, en que la amistad cívica entre ellos y con nuestro pueblo emerja como antídoto contra la no-cultura de la descalificación que busca instalarse en el debate público", precisan y sostienen que "el país quiere ver a los candidatos en un diálogo honesto con las personas. Se necesitan propuestas renovadas y audaces, al mismo tiempo que responsables y realistas".
Los obispos invitan a candidatos y partidos "a procurar campañas austeras y sencillas. Sería una ofensa a la dignidad de los chilenos que se despilfarren recursos".
"Los chilenos anhelamos una campaña limpia y honesta, sin agresividad ni descalificaciones; una campaña respetuosa, con debates de altura que estén siempre orientados hacia la realidad de la gente, sobre todo a los pobres, sus problemas, necesidades y esperanzas", añaden.