El Obispo de Armenia (departamento de Quindío, en el Eje Cafetero), Mons. Fabio Duque Jaramillo, condenó la reciente profanación de la Eucaristía que un desconocido realizó en la Parroquia de Nuestra Señora de la Anunciación y explicó que "cuando los derechos de Dios son pisoteados impunemente, los derechos del hombre corren peligro".
En un comunicado tras la profanación de un desconocido que ingresó al mencionado templo, forzó la puerta del Sagrario y lo arrojó al suelo junto con las hostias consagradas que contenía, el Prelado explicó que "no se ha tratado de un robo motivado por el valor económico de los vasos sagrados, pues el asaltante no se llevó ningún objeto de valor de la parroquia".
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"Ha tenido como fin únicamente herir los sentimientos de los fieles atacando el misterio central de la fe cristiana, la Eucaristía, presencia de Dios entre nosotros y prolongación del misterio de la redención del hombre", señaló.
El Obispo resaltó luego que este tipo de agresiones contra la fe constituye una agresión a "los derechos más sagrados de las personas, el derecho a expresar libremente su fe y sus convicciones más íntimas".
Cuando esto sucede, dijo, "toda la sociedad se halla en peligro. Cuando los derechos de Dios son pisoteados impunemente, los derechos del hombre corren peligro".
Luego de solicitar que este hecho sea investigado por las autoridades, Mons. Duque pidió a la sociedad de Quindío que exprese "sin ambages su repulsa por estos hechos que constituyen una violación gravísima de los derechos de los ciudadanos, una ofensa a las creencias y principios de los fieles católicos, creencias arraigadas profundamente en la cultura de nuestro pueblo".
Por ello, Mons. Duque Jaramillo invitó a los católicos a denunciar este tipo de hechos, solidarizarse con esta parroquia y unirse a los actos de reparación y desagravio que se convocarán en la Parroquia el día 30 de agosto a las seis de la tarde.
Finalmente el Obispo de Armenia recordó que "según la legislación eclesiástica (Código de Derecho Canónico, canon 1367) el autor de esta profanación, por el mero hecho de haber realizado esta acción está excomulgado, buscando con esto no tanto castigarlo sino su arrepentimiento. Es una ocasión para que el delincuente considere la gravedad de su falta. Esta excomunión sólo podrá ser levantada por el Santo Padre".