El Obispo de Cúcuta (diócesis fronteriza con Venezuela), Mons, Jaime Prieto Amaya, exhortó a solucionar las tensiones con este vecino país "a través del diálogo y de las decisiones políticas" y expresó su solidaridad con quienes se han visto afectados por la decisión del gobierno de Hugo Chávez de suspender indefinidamente el convenio de suministro de combustible.
En una reciente circular titulada "Vientos de crisis", el Prelado señaló que los "grandes cambios en las orientaciones políticas de los gobernantes de nuestros países latinoamericanos han roto el frágil equilibrio de nuestras democracias incipientes, creando nuevas expectativas que se suman a las aspiraciones latentes de autonomía, de igualdad y de pleno desarrollo".
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Seguidamente indicó que "se radicalizan los pocos liderazgos y se debilitan nuestras alianzas regionales abriendo cada vez más brechas que pueden ser difíciles de cerrar en corto tiempo. La tendencia a arreglar las cosas a las malas o a pensar que siempre tenemos la razón, impide la utilización de canales democráticos modernos".
Se refirió luego a algunas coyunturas que han creado tensiones como la "presencia de fuerzas militares norteamericanas en nuestras bases aéreas o marítimas colombianas, como por otro lado las determinaciones del gobierno venezolano de suspender indefinidamente el convenio de suministro de combustible" en la zona fronteriza.
"El desabastecimiento es un problema que nadie puede negar, pero la verdadera crisis está en la mayor pobreza de una región de por si ya afectada por la pobreza, el mayor desempleo, el acrecentamiento del contrabando de combustible, la delincuencia común, la recesión económica y lo que es peor, tener que atender problemas coyunturales que distraen la atención de la verdadera problemática de nuestra ciudad y de las regiones fronterizas".
Por ello el Obispo expresa su solidaridad "con quienes están siendo más afectados por la actual crisis, la población más pobre, y continúa en oración por la pronta resolución de nuestras tensiones y conflictos a través del diálogo y de las decisiones políticas".
"Que el Señor, príncipe de la paz nos ilumine en estos momentos para que nuestros gobiernos se encuentren en justicia y equidad fundamentales para asentar el Estado Social de Derecho", concluye.