En la festividad de la Virgen de Torreciudad, celebrada un día después de la solemnidad de la Asunción de María, más de 31 bebés (19 niñas y 12 niños) neonatos fueron pesados y presentados a la Madre de Dios, siguiendo "las tradiciones más entrañables de esta devoción mariana altoaragonesa".
Según señala la nota de prensa, la realización de esta tradicional presentación se inició con una Eucaristía celebrada por el rector del Santuario de Torreciudad, Javier de Mora-Figueroa, quien recordó a las familias que María es quien "protege a sus hijos y les da su fortaleza".
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Seguidamente de la Misa, las familias se dirigieron en procesión hacia la ermita construida en honor a María "trasladando la imagen peregrina de la Virgen sobre unas andas de madera, y llevando varios de ellos vistosos trajes regionales aragoneses".
Luego de presentar algunas ofrendas se procedió al tradicional pesaje de bebés en "una antigua balanza forjada en hierro en la que son colocados los niños dentro de un canasto de mimbre, colocado en uno de los brazos de la balanza, mientras en el otro igualan el peso de la criatura poniendo trigo y aceite, según la costumbre, o productos de sus lugares de origen".
"Lo que antes se destinaba como ayuda a la manutención del santero o la santera y su familia, en la actualidad se entrega a distintas entidades benéficas de los alrededores", agrega.
Los actos concluyeron con otra antigua costumbre: "el reparto de ‘La Caridad’, raciones de torta y vino para celebrar la fiesta, que fueron acompañadas por varias jotas aragonesas entonadas por niños y abuelos".