En respuesta a una carta que les dirigió el Obispo Juan José Omella a mediados de junio sugiriéndoles que aporten parte de su sueldo para ayudar a los desempleados, los sacerdotes de la Diócesis de Calahorra (España) han ayudado a la creación de un fondo de casi 25 mil euros para ayudar a los desempleados.
En la pasada celebración de la fiesta del Corpus y del Día de la Caridad, el Prelado dirigió una misiva a los 218 sacerdotes que ejercen en La Rioja solicitándoles "generosidad y coherencia en esta etapa de crisis económica" y les sugirió que donaran un diez por ciento de su sueldo.
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Ahora, Cáritas Diocesana ha anunciado la apertura de una cuenta "anti crisis" en Caja Rioja y, en poco más de un mes, los ingresos rondan los 25 mil euros de los que un 80 por ciento proviene de las aportaciones de los sacerdotes.
El director de Cáritas Diocesana, Marcial Menchaca explicó que, además de los sacerdotes, también hay aportaciones de órdenes religiosas y parroquias, además de las que han hecho particulares y feligreses".
"El Obispo ha sido el primero en dejar constancia, y ha ingresado la nómina de un mes", explicó.
Los fondos llegan cuando Cáritas de La Rioja ha registrado un aumento de peticiones de ayuda de entre un treinta y un cuarenta por ciento.
Con el fondo, Cáritas lanzará un nuevo programa de reinserción laboral donde los desempleados participarán en talleres formativos remunerados (percibirán entre 400 y 500 euros al mes), durante un máximo de tres meses, para que puedan aprender un oficio y conseguir un trabajo.