El Dr. Adolfo Orozco, experto investigador de la Tilma en la que está grabada la imagen de la Virgen de Guadalupe que se le apareciera a San Juan Diego hace 478 años, señaló que el extraordinario estado de conservación de esta reliquia sagrada "está completamente fuera de todo tipo de explicación científica".
En su conferencia, que hace parte del Primer Congreso Internacional Mariano sobre la Virgen de Guadalupe que se celebra en Phoenix y que es organizado por los Caballeros de Colón, el experto explicó que "todas las telas similares a la de la Tilma que han sido colocadas en ambientes húmedos y salinos como el que rodea a la Basílica no han durado más de diez años".
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Una pintura que copia la imagen de Guadalupe hecha en 1789 confirma este hecho. "Esta imagen fue pintada con las mejores técnicas de su tiempo, la copia era hermosa y estaba hecha con una tela bastante similar a la de la Tilma original. Además, también estaba protegida con un vidrio desde que fue colocada allí", indicó.
Sin embargo, "ocho años después, esta copia tuvo que ser desechada porque estaba perdiendo los colores y las fibras se estaban rompiendo. En contraste –precisa Orozco– la Tilma original ya había estado siendo expuesta por 116 años sin ningún tipo de protección, recibiendo todos los rayos infrarrojos y ultravioletas de decenas de miles de velas que estaban cerca de ella; y estaba expuesta a la humedad y el aire salino que rodea al templo".
Una de las características más interesantes de la Tilma, prosigue, "es que la parte de atrás de esta tela es rugoso y poco liso; mientras que la parte de adelante (donde está la imagen de Guadalupe) es 'tan suave como la seda' como señalaban los pintores y científicos en 1666; y confirmó luego casi cien años después, en 1751, el pintor mexicano Miguel Cabrera".
Tras comentar que la Tilma está hecha de las fibras del Agave, Orozco relató dos hechos milagrosos que tienen que ver directamente con su conservación. El primero ocurrió en 1785 cuando un trabajador accidentalmente derramó un líquido compuesto por 50 por ciento de ácido nítrico en la parte derecha de la tela. "Está fuera del entendimiento natural el hecho que el ácido no destruyera el tejido; y que además no dañara las partes coloridas de la imagen", precisó.
El segundo, dijo luego, se relaciona con la explosión de una bomba cerca de la Tilma en 1921, que ocurrió a 150 metros de la misma y que destruyó todos los vidrios en ese radio. Sin embargo, explicó el experto, "inesperadamente, ni la Tilma ni el vidrio común que la protege fueron dañados o se rompieron". Lo único afectado fue un Cristo de fierro que terminó doblado.
"No hay explicación para el hecho que las ondas expansivas que rompieron los vidrios de 150 metros a la redonda no destruyeran el que cubría la Tilma. Algunos dicen que el Hijo, con el crucifijo que sí fue afectado, protegió la imagen de Su Madre. Lo cierto es que no tenemos una explicación natural para este evento", concluyó.
El Dr. Adolfo Orozco es físico e investigador del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autonómica de México desde 1970. Ha publicado 13 trabajos en revistas internacionales de su área de investigación: rayos cósmicos, geomagnetismo e historia de la ciencia; y ha presentado 42 trabajos en Congresos Nacionales e Internacionales sobre su especialidad. Fue socio fundador y Secretario General del Centro Mexicano de Sindonología de 1983 a 1998, que dirige desde 1999. Es miembro del Instituto Superior de Estudios Guadalupanos, desde septiembre 2004.