La Arquidiócesis de Huancayo rechazó enérgicamente las amenazas contra el Arzobispo de esa jurisdicción, Mons. Pedro Barreto, por parte de enfurecidos sindicatos de trabajadores de la minera Doe Run Perú – La Oroya que lo acusan de haber impulsado el cierre de la empresa y la eventual pérdida de más de tres mil empleos.
La Arquidiócesis deploró el comunicado del Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos, Sindicato de Empleados y Sindicato de Trabajadores de Patio Industrial de la empresa Doe Run Perú - La Oroya, publicado el domingo pasado en diversos diarios de circulación regional y nacional.
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El comunicado advierte a Mons. Barreto atenerse "a las consecuencias porque todo tiene su límite. Pronto estaremos luchando en las calles frente a todo hasta las últimas consecuencias".
Asimismo, la Arquidiócesis señaló que en junio pasado ya ocurrió una protesta agresiva contra la Parroquia de La Oroya, en otra ocasión se quemó un ataúd con el nombre del Arzobispo en el patio del Complejo Metalúrgico de La Oroya, y "el 9 de julio se recibió en Secretaría del Arzobispado una llamada telefónica que alertaba de un supuesto atentado contra la persona del Arzobispo, que se realizaría al día siguiente durante la misa de fiesta en un distrito del valle del Mantaro".
"Estos hechos atentatorios contra la vida y la dignidad de la persona tienen una tipificación penal; por lo que se ha pedido a la Gobernación tome las previsiones y preste las garantías que el caso requiere", sostiene la declaración y responsabiliza a los sindicatos por lo que "pudiera ocurrir en contra de la vida y la salud de nuestro Arzobispo".
Hace unos días, la empresa Doe Run Perú se declaró en insolvencia económica. La empresa debe 110 millones de dólares a proveedores mineros y tiene inversiones pendientes con el Estado por 150 millones de dólares para cumplir un plan de manejo ambiental en La Oroya, del cual el Arzobispo fue un importante impulsor.