Con ocasión del Día Nacional de la Vida antes de Nacer que se celebra hoy en Costa Rica, los obispos nacionales felicitaron a los padres que ofrecen su vida por sus hijos y “son conscientes de que los hijos son más importantes que muchos lujos y comodidades”.

En un comunicado firmado por la directiva de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, los obispos se unieron “a  quienes han  optado por Cristo como fuente inagotable de vida y a todas las personas de buena voluntad, que de manera valiente se enfrentan a la cultura de muerte que el mundo secularizado pretende imponer”.

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Tras recordar que “el matrimonio natural, es el ambiente querido por Dios desde el principio para que se engendren nuevas vidas”, los obispos felicitaron “a las mujeres y hombres que son generosos, y ofrecen su vida por sus hijos, tesoro que han recibido como don gratuito de Dios.  Ellos trabajan sin cesar por la construcción de la Civilización del Amor y la Cultura de la Vida, porque son discípulos de Cristo y misioneros en la iglesia doméstica, en la familia”.

“Los cónyuges que son conscientes de que los hijos son más importantes que muchos lujos y comodidades, pero que al mismo tiempo son responsables en la educación y atención de sus hijos, cumplen con la vocación a la que han sido llamados y hacen un bien invaluable a la sociedad.  Cada niño y niña es una esperanza para la humanidad”, señalaron.

Asimismo, pidieron que el Estado, la sociedad civil y la Iglesia salgan al encuentro de las familias que afrontan problemas ante un embarazo inesperado y se esfuercen “por ofrecer la ayuda necesaria, para que el mismo signifique siempre motivo de alegría y de esperanza, desechando todo intento de eliminar aquella vida inocente”.

“Deseamos manifestar nuestro compromiso con los padres y madres, que se esfuerzan por vivir el Evangelio de la Vida. La Iglesia en nuestro país, a través de las Parroquias y su acción pastoral, les extiende la mano para apoyarlos durante el embarazo, en la educación de la niñez y juventud, la preparación para el matrimonio y el acompañamiento, para que la su unión conyugal sea imagen y semejanza de Dios uno y trino”, concluyeron.