El Obispo de Punta Arenas (Chile), Mons. Bernardo Bastres Florence, y el Obispo de Río Gallegos (Argentina), Mons. Juan Carlos Romanin, instaron a sus connacionales a "hacer memoria agradecida" de la intervención de la Iglesia a favor de la paz que se realizó hace 25 años, por mediación del Siervo de Dios, Juan Pablo II.
Los prelados se expresaron así en una declaración firmada frente a la reliquia del fundador de la Congregación Salesiana, San Juan Bosco, que desde el 25 de abril y por el término de seis años recorrerá el mundo.
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"Nos reunimos –afirmaron los obispos– frente a las reliquias de San Juan Bosco para agradecer el logro de un acuerdo que trajo la paz a estas dos repúblicas hermanas, como fue hace 25 años la firma del Tratado de Paz y Amistad entre Argentina y Chile, a instancias de la mediación del Papa Juan Pablo II y su Cardenal Antonio Samoré".
"Chile y Argentina son dos pueblos hermanos que oraron y rezaron durante mucho tiempo para el logro de un acuerdo que evitara el uso de la fuerza para la resolución de un conflicto. La mediación de la Iglesia Católica jugó un papel definitivo en la resolución de la controversia, que corría el riesgo inminente de convertirse en un conflicto bélico", agregaron.
Asimismo, los prelados afirmaron que la firma del acuerdo y la intervención de la Iglesia "fue un ejemplo admirable de construcción de paz a través de la vía maestra y siempre actual del diálogo, que tiene como finalidad la no supremacía de la fuerza y del interés, sino la afirmación de una justicia ecuánime y solidaria, fundamento seguro y estable de la convivencia entre los pueblos".