El P. Pius Perumana, Vicario Delegado de Nepal, declaró a la agencia Fides que a pesar de los atentados y las nuevas amenazas de extremistas hindúes, la pequeña comunidad cristiana está dispuesta a permanecer en el país.
"Estamos preocupados y tememos que atentados como el de la iglesia de la Asunción puedan repetirse. Pero nosotros cristianos no nos dejaremos atemorizar y no abandonaremos el país. Nuestra misión sigue adelante. Ciertamente, vigilamos con mayor atención y prudencia. Y confiamos en Dios", declaró el sacerdote.
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Asimismo, explicó que "las amenazas contra los cristianos crecen día a día. Muchas iglesias, escuelas e instituciones cristianas las han recibido y el Nepal Defence Army parece tener las manos libres para difundirlas. Su líder, Ram Prasad Mainali goza de la protección de algunos líderes políticos y puede hacer de dueño en todo el país, pidiendo públicamente a los cristianos que cierren las actividades y abandonen el país. En mi opinión, falta la voluntad política para detener a estos integristas. Algunos grupos y facciones políticas, que sostienen a la monarquía y desearían volver al antiguo sistema ven en el NDA un aliado precioso".
El P. Pius señala que "las minorías religiosas en el país, musulmanes y cristianos, son penalizados fuertemente porque no tienen protecciones a nivel político y son, a nivel electoral, una minoría poco significativa. Las autoridades siguen prometiéndonos seguridad y libertad, pero nuestra confianza en los políticos está disminuyendo vistosamente".
"Algunas instituciones católicas han recibido reiteradas invitaciones a dejar el país en un mes, bajo pena de atentados. Lo mismo ha ocurrido con las iglesias cristianas protestantes. Pero el estado no hace nada. No tenemos los medios para defendernos de estas intimidaciones. Sería necesario aumentar la presión política, nacional e internacional, sobre el gobierno para inducirlo a la acción para detener a los extremistas. Nosotros podemos sólo confiar en Dios, el Señor de la historia. Es nuestro único consuelo. Hacemos lo que podemos, el resto está en las manos del Señor", indicó.
En mayo, los extremistas atacaron la Catedral de la Asunción en Katmandú. La autoría del atentado fue adjudicada al grupo hindú Nepal Defence Army. Luego de los hechos, los extremistas amenazaron a sacerdotes y religiosas en Nepal para que, bajo pena de muerte, "dejen el país en el plazo de un mes".