Al recibir hoy a los miembros de la delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla (ortodoxos) enviada por Bartolomé I, el Papa Benedicto XVI resaltó la importancia de entender el papel del Obispo de Roma, para “restablecer la plena comunión” entre los cristianos.
En su discurso en francés a los ortodoxos que participarán en las Vísperas de este domingo en la clausura del Año Paulino, el Santo Padre resaltó que su presencia “es un signo de fraternidad eclesial que nos recuerda nuestro compromiso común en la búsqueda de la plena comunión”.
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“Ustedes ya lo saben, pero me place confirmarles que la Iglesia Católica tiene la intención de contribuir de todas las formas posibles al restablecimiento de la plena unidad, en respuesta a la voluntad de Cristo para sus discípulos y la conservación de la memoria de las enseñanzas de (San) Pablo que nos apela y nos hace estar llamados a ‘una sola esperanza’”.
Seguidamente Benedicto XVI se refirió a los trabajos de la comisión católica-ortodoxa internacional que se reunirá en octubre para tratar “un tema crucial para las relaciones entre Oriente y Occidente, a saber, ‘el rol del Obispo de Roma en la comunión de la Iglesia a lo largo del primer milenio’”.
El estudio de este aspecto, continuó el Papa, “se hace indispensable para poder profundizar globalmente en este asunto en búsqueda de la plena comunión. Esta comisión, que ya ha cumplido un importante trabajo, será generosamente recibida por la iglesia ortodoxa de Chipre a la que desde ya le expresamos toda nuestra gratitud; al tiempo que alentamos la acogida fraterna y el clima de oración a lo largo de nuestras conversaciones que solo facilitarán la comprensión recíproca”.
Tras hacer votos para que las incomprensiones en el diálogo con los ortodoxos sean superadas por el amor fraterno, el Santo Padre agradeció la presencia de la delegación y alentó, finalmente, a que “la alegría de la fiesta de los Santos Pedro y Pablo que celebramos tradicionalmente en el mismo día, llene vuestros corazones de confianza y esperanza”.